"Que toda vida es sueño y los sueños sueños son? "

...

martes, 22 de diciembre de 2009

Vientiane y Sur de Laos

Del 13 al 21 de Diciembre
Ruta: Vientiane, Don Khon ( Si Phan Don), Champasak, Pakse.

El día 11 de Diciembre, tras un viaje de 6 horas en taxi de línea, llegamos de nuevo a Luang Prabang.

Después de unos cuantos días en el norte, sintiéndonos aislados de todo, volvimos a valorar el tener luz, agua caliente e internet. Nos regalamos un buen hotel, en parte para celebrar el cumple de Xavi que era al día siguiente. El cumpleaños lo celebramos con Ester y Guillem, y 3 suizos que habíamos conocido en el norte de Laos. Un cumpleaños inolvidable, delante del Mekong, con pastel laosiano y velas incluidas.




El día 13 llegábamos a Vientiane, capital de Laos. Es una de las capitales más tranquilas del mundo, dominada por el Mekong, y que ya habíamos confirmado como tal en nuestra primera incursión a Laos en noviembre. Pero esta vez, y por primera vez en su historia, la ciudad y el país estaba viviendo la euforia de unos juegos olímpicos.

Del 5 al 17 de diciembre se han celebrado los South-East Asian Games ( SEA Games) en Vientiane, las olimpiadas del sud-este asiático que se celebran cada dos años y donde participan 11 países: Laos, Vietnam, Camboya, Tailandia, Myanmar, Malaysia, Singapur, Indonesia, Timor Oriental, Filipinas y Brunei. Por todo el país la gente ha estado enganchada a la televisión, y ha abarrotado los bares…ambientazo.
Todo el país vibraba con el cántico: Lao su su!! ( Vamos Laos!!).

Nosotros, como buenos invitados, también animábamos a Laos en sus partidos, sobre todo en los de futbol, petanca o footvolley, los deportes que causan más sensación en el país.

Fue muy especial, porque nos recordó al espíritu olímpico de Barcelona ’92…pero a lo asiático. En Barcelona teníamos a Cobi, aquí teníamos a Champi y Champa, las mascotas oficiales. Una pareja de elefantes, ya que en Laos, los elefantes son animales sagrados y símbolo de buena suerte.



Estuvimos todo el día inmersos en este ambientillo, animando por las calles, y animando a cualquier país cuyos seguidores se nos plantaran por delante. Laos, su su! Vietnam, su su! Y con estos últimos fue con los que pasamos el mejor rato compartiendo unas beer lao en un bar de los alrededores del estadio. Eran una marea roja, todos vestidos con las mismas camisetas, gorras…. Conocimos hasta a Mr.Vietnam, el equivalente de Manolo el del Bombo.




Nos gustó el buen rollo y el deportivismo que se respiraba en el ambiente, libre de toda tensión y con las calles multicolores . Al ser Vitentiane una capital muy pequeña, nos permitió presenciar el ir y venir de prensa, participantes y seguidores de todos los países.

Existe hasta la clásica reventa de entradas en las competiciones que tenían que pagarse ( muchas eran gratuítas), algo paradójico en las formas de hacer comunistas.
Aún así, el gobierno ha hecho pagar a todos los habitantes de Laos 20 mil kits por persona (unos 2 dólares). Será para implicarles en el evento, aún para cuando la gran mayoría del país ve a su capital como territorio muy lejano, desconocido, y solo podrá disfrutarlo por la tele, si hay suerte.

El ranking medallero ha sido Tailandia, Vietnam y Malaysia, las tres potencias del sud-este asiático.

Desde Vientiane, nuestra intención era viajar a la región más al sur, Si Phan Don ( 4mil islas), frontera con Cambodja. Siguiendo el curso del Mekong llegamos a un delta enorme de 17km de ancho formado por islas e islotes…dicen que en temporada seca se forman unas 4000 islas. El delta, es además residencia del raro delfín Irawaddy, y del que solo quedan 100 ejemplares.

El Mekong. El magnífico y soñado Mekong. La columna vertebral del sud-este asiático, que enriquece todo a su paso, alimenta a su gente y da vida a todo a su alrededor.
Desde su nacimiento en las crestas de los altiplanos tibetanos y hasta el delta del Mekong en Vietnam, el río va integrándose hasta convertirse en piedra angular para los 5 países que traviesa durante más de 4.000 kilómetros.
Para Laos, este río supone si cabe un poco más; Laos es un cruce entre países, sin costa, por lo que la vida es puramente ribereña, y todo gira alrededor del río: la fertilidad, las proteínas, la higiene, la diversión, la luz….la vida. Además, es el río el que domina la topografía del país, y fue el Mekong el que permitió liberar las regiones laosianas en dominio tailandés, cuando Francia reclamó todas las tierras al este del Mekong como propias.

Llegamos a las 4 mil islas después de un viaje de 12 horas con un sleeper bus, parecido más a un bunquer móvil que a un lujoso sleeper como pensábamos.
Después de muchos días, volvíamos a sentir ese calor asiático que ya añorábamos. Calor, palmeras y un paraíso de la tranquilidad. Llegábamos a Don Khon, la isla más sureña. Buscamos unos bungalows delante del río con terraza y hamacas. Desde la habitación disfrutamos del río, su increíble vida constante, la vegetación tropical, las puestas de sol y una calma exquisita. Dejábamos pasar las horas embobados con el paisaje.




Hicimos excursiones en bicicleta por Don Khon y sus arrozales, viendo cascadas; las waterfalls!! Son uno de los reclamos turísticos por excelencia en Asia. Pudimos sentir la corriente del Mekong intentando hacer kayaking casero los cuatro en un barquito. Aquél día no llegamos muy lejos, lo justo hasta encontrar un bar, tomar algo y dar media vuelta... Con lo fácil que es navegar un río con la corriente a favor! El último día probamos de ir en barco con barquero para ver a los delfines de agua dulce, que tuvimos la suerte de ver…con los pocos que hay.



Fuimos también a la isla de enfrente, pasando por un puente francés hasta llegar a Don Det. Don det está perdiendo su esencia, y se está convirtiendo en mucho más una isla fiestera de bares, luces, música, internets, llena de farangs y lejos de lo que buscábamos…Farang city, que la llaman.



Y tras desconectar de todo casi una semana, aprovechamos los dos últimos días para visitar Champasak y las ruinas de Wat Phu, lo que fue un imperio Angkor hace 1.500 años.

El complejo es grande y tienes que ponerle imaginación al tema ya que está casi todo en ruinas, pero está en un lugar con muy buenas vistas. Es Patrimonio de la Humanidad desde el 2001. Todo la región debe vivir de este legado, ya que el pueblo en sí es como un pueblo fantasma. A las 9 de la noche todo está cerrado y desierto, como si fuera madrugada.



Tras 26 días dejamos Laos y volvemos a cruzar la frontera con Tailandia en Chong Mek , dirección Bangkok en tren; para pasar las Navidades y fin de año con una parte de la familia y en manga corta. Un concepto diferente de navidades.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Nord de Laos

Del 28 de Novembre al 11 de Desembre
Ruta: Friendship Bridge Nong Khai, Vang Vieng, Luang Prabang, Luang Nam Tha, Muang Sing, Udomxay, Muang Khua, Muang Gnoi, Luang Prabang

El dia 28 de Novembre vam tornar a entrar a Laos, aquest cop amb el Guillem i l’Ester. Farem tot el país amb ells. També estan viatjant per molt temps i coincidim per fer un país junts.

Laos és un dels 20 paísos més pobres del món i un dels més tranquils. El 70% del país és bosc selvàtic bastant verge, però que té amenaces latents provocades per la desforestació massiva i el projecte de construcció de diverses preses hidroelèctriques; projectes que han de dinamitzar el país però que sembla que no tenen en compte cap tipus d’impacte mediambiental.

És curiós, però la petanca és un dels esports nacionals.



Laos va ser un bastió comunista durant molts anys, que va renéixer en el context de la Guerra Freda. I tot i que ara és un país “democràtic” els comunistes segueixen al govern. Poc a poc es van obrint i adaptant un model dual comunista-capitalista seguint l’exemple de la Xina, convertit ara en el principal inversor del país.



Es va obrir al turisme fa uns 20 anys, i per tant encara és molt verge turísticament parlant i amb poca infraestructura...Malgrat tot, Laos està preocupant-se per preservar, davant de tot, la seva cultura. La majoria de pobles i de gent encara no estan corromputs pel turisme de mala qualitat com a Tailàndia, el que fa de Laos estar en el ranking de països més autèntics del Sud-est Asiàtic.



El 80% de la gent bàsicament viu encara del camp, amb una agricultura no mecanitzada. No hi ha infraestructures sanitàries i les carreteres son més aviat camins secundaris. Ha estat el país més bombardejat del món (2 milions de bombes en 9 anys) durant la guerra secreta dels EEUU contra el comunisme.

Moltes de les bombes herència d’aquella guerra no van explotar i per tant encara és molt perillós fer trekkings per el teu compte en algunes zones del país, principalment per la plana de les gerres ( Plain of Jars), al centre del país.

Vam començar el viatge en bus local...unes quantes hores i arribem a Vang Vieng per fer una escala de un dia. Vam aprofitar per veure el Barça-Madrid. Ens van tancar un bar per nosaltres i mentre les dones del bar dormien al costat nostra nosaltres celebràvem amb el Guillem i l’Ester la victòria del Barça a les 3 matí...com a casa. Molt curiós.

El dia 30, unes quantes hores mes de bus direcció Nord i arribem finalment a Luang Prabang.
És una ciutat Patrimoni de la Humanitat des del 1995; ciutat històrica i sagrada i que va ser capital del gran regne dels Lang Xang. Té algun dels temples més importants del país i la concentració més gran de monjos i novicis de Laos.

La ciutat té molt d’encant. Està situada entre els rius Mekong i Nam Ou. La influència francesa encara té molt pes en la arquitectura i el ritme de vida. Els edificis són baixos i elegants, pots trobar creppes, bon cafè, pastissos i tot en general està net i ciudat. ÉS un bon lloc per estar un parell de dies.



Ja a Desembre vam pujar més cap al nord-oest. Després de 10 hores de bus local, on s’aplica el “donde caben 2 caben 10”arribem a Luang Nam Tha. És un poble situat en la NPA (National Protected Area) més gran del Sud-Est Asiàtic. Nam Tha, com a poble no té res d’especial, és només un lloc des d’on preparar excursions.

Laos s’ha posicionat molt bé com a paradís del eco-turisme i turisme sostenible. A Laos encara hi viuen moltes ètnies que es poden visitar fent trekkings , sobretot al nord i nord-oest. Part dels diners que pagues pel trekking van destinats a projectes d’ajuda als poblats de les ètnies, perduts del món, i a projectes per reeducar-los i ensenyar-los noves formes de cultiu a part del opi, principal font d’ingressos de les ètnies durant molts anys.

De Nam Tha, vam agafar un altra bus per anar encara més al nord. A Muang Sing. Un poble casi tocant a la Xina on no hi havien gairebé turistes. Allà ens sentíem realment aïllats i perduts de tot. En aquest poble s’hi cultivava opi fins al 2000, i al 2006 va ser “eradicat” per complet. És un poble destartalat ple d’adictes al opi, on només arribar ens van venir olors sospitoses... Bàsicament han sigut la ètnia dels akha la que històricament es dedicaven al seu cultiu, i qui ara tenen més problemes per buscar altres formes de subsistència i qui necessiten més ajuda per desenganxar-s’hi.

Muang Sing està rodejat de muntanyes plenes de poblats de diferents ètnies. Això fa que el seu mercat diari sigui un dels més autèntics que hem vist a l’Asia. Un festival de colors i ètnies , totes vestides de forma autòctona, no pels turistes, que van al mercat a vendre els seus productes. Impressionant!!



A Laos, la ètnia majoritària són els Lao, seguits dels Tai Damm, Akha i Hmong.

Aquest mateix dia vam fer un trekking per veure diferents ètnies: thai dam, thai nue, thai lue, akha puli, akha pelin i yao. Els Akha els havíem vist ja a Tailàndia i Birmània, tot i que aquí són diferents en quan a la forma de vestir. Aquest cop ens va agradar conèixer als Yao. Com totes les ètnies, els Yao originalment provenen de la Xina, però en tot Laos només queden 4 poblats. Són gent molt amable i simpàtica, a diferència dels Akha que estan molt més curtits i tenen un semblant dur, però són ells els millors comerciants i treballadors.



Els Yao són els més nets; es dutxen cada dia i se’ls pot diferenciar per la elegant jaqueta amb bufanda vermella que porten les dones grans. Viuen en caixes baixes i conviuen amb els esperits a casa seva. Son purament animistes.



Durant el trekking vam travessar uns paisatges espectaculars, plens de plantacions d’arròs, però del que creix en zones seques (amb un gra més marronós) i molts camps de canya de sucre i cautxú. Menys l’arròs, la resta de plantacions no són autòctones de Laos. S’hi estan cultivant milers d’hectàrees per tota la regió del Nord, ja que la Xina els hi assegura la seva compra. Aquesta influència de la Xina està destrossant el ecosistema de flora i fauna de Laos. És molt estrany ja aquestes plantacions es fan a la NPA (National Protected Area), però són collites i vendes segures.

El dia 7 vam tornar a Nam Tha. D’allà vam creuar Laos 10 hores cap al nord-est fins a Muang Khua. Pensàvem fins ara que els busos al país anaven plens , però aquest desplaçament ja va superar els límits: anàvem 30 persones i 50 sacs de arròs en un bus de 15 persones. Una experiència molt recomanable per conèixer la cultura del país.

Muang Khua també està perdut de tot. Aquí vam passar una nit i al dia següent vam agafar un mini vaixell pel Nam Ou cap al sud.

Després de 3 hores arrivem a Muang Gnoi. Un poblet molt petit, on hi viuen 104 famílies, situat al costat del riu Nam Ou i envoltat de selva i de formacions càrstiques. Només te un parell de carrers, no estan ni asfaltats, no hi ha ni cotxes ni motos, només té llum 3 hores al dia i no hi ha aigua calenta... sort de la herbal sauna laosiana casolana a la que vam anar. S’hi respira una calma increïble i conserva tota l’essència. És dels pobles que més ens ha agradat del sud-est asiàtic per estar fent res.



El dia 11 vam agafar un vaixell per anar de nou a Luang Prabang i anar direcció sud de Laos

martes, 1 de diciembre de 2009

Nong Khai II part

Les últimes dues setmanes de novembre les hem dedicat enterament a Nong Khai. Han estat uns dies molt intensos. Quan vam arribar a Nong Khai , després de 3 mesos en ruta, se’ns feia estrany reduir el ritme trepidant de conèixer llocs nous cada dia i haver d’establir-nos un mes al mateix lloc.

Finalment aquestes 4 setmanes a Nong Khai se’ns han quedat curtes. No hem viatjat pròpiament però ha resultat una experiència igual o més increïble que ens ha permés conèixer a fons la gent i la cultura isan-tailandesa i participar en un programa de voluntariat.

Amb els nens hem invertit molta energia. Ha estat un repte del que hem après moltíssim; en essència, quan no tens res, ho valores molt més tot. Els nens aquí rarament ploren, son forts i saben valorar molt més les petites coses. Ajuden als pares, obeeixen en tot, òbviament els agrada jugar, i saben entretenir-se amb qualsevol cosa. Els nens a la nostra societat moltes vegades s’avorreixen tenint-ho tot. S’ajuden entre ells, i no tenen enveja per lo que té el company si ells no ho tenen. Simplement, son feliços amb el que tenen.



L’intent d’ensenyar ha sigut dur sobretot amb els més petits, que pràcticament desconeixen el nostre alfabet. A vegades tornàvem a casa una mica frustrats en l’aspecte educatiu. On més hem vist un petit progrés és a l’escola més rural, on els nens realment volien aprendre. Nosaltres els hi hem donat molt i ells ens han tornat moltíssim.



Vam conèixer de ben a prop la corrupció del sistema educatiu tailandès. A l’escola Dong Chareum el petit subsidi del govern per l’alimentació dels nens, se’l quedava el director...directe a la seva butxaca, així que els nens de les famílies, molt pobres, tenien que portar el dinar de casa. És un petit exemple de com funciona el sistema educatiu tailandès, on l’educació dels nens potser ocupa el 4t lloc en importància. Primer són els formalismes, la burocràcia, el quedar bé amb els que estan a dalt... És impressionant veure com els nens perden hores lectives; sembla algo normal i sense importància.

Totes aquestes injustícies son conegudes, però aquesta societat no està educada per la queixa. Són sirvents i respectuosos, i mai qüestionaran la feina d’un superior. Els professors i les famílies podrien rebel•lar-se per canviar les coses, però no ho faran, ja que saben que sortirien malparats si ho intentessin. El govern mai destituirà a un director, ja que son nomenats directament per ells.
Només gràcies a donacions privades i a l’ajuda de professors voluntaris els nens de Dong Chareum reben una educació decent, no es mullen a la classe quan plou, o poden tenir material escolar. Nosaltres vam voler col•laborar en aquestes donacions, comprant als nens roba i material.

L’últim dia de classe a les 2 escoles va ser molt emotiu. Els nens ens van omplir de regals, dibuixos, rams de flors i fotos oficials amb tota l’escola. Ens va impressionar rebre dibuixos de nens de 6 anys que ens desitjaven molta sort a la nostra vida, comentari molt madur no propi de nens tan petits.
Tots els nens van anar a dir-nos adéu a la porta de l’escola, algun nen plorant: “teacher don’t go home”, “teacher i will miss you”,... ens va fer molta pena deixar-los.




Dels monjos vam seguir aprenent moltíssim. Ens van convidar a veure la seva universitat, i vam anar a visitar-la. Ens van dir que aproximadament hi va un farang (blanc) cada any..així que érem l’atracció del dia. La universitat està perduda al bosc, és nova, i molt ben equipada. Ens van ensenyar la biblioteca, les classes, la sala de meditació, el bosc on fan els campaments de meditació... Molt interessant.

Per facilitat de comunicació, als que més parlaven anglès els hi vam agafar molt carinyo. Ells preguntaven de tot sobre nosaltres; el nostre país, costums, política...estan àvids de conèixer. I nosaltres a canvi hem fet un master sobre budisme, dharma, meditació, cultura i tradicions tailandeses.

Els hi vam regalar una foto nostra amb tots ells que els hi va fer molta il•lusió. Per sort amb ells podrem seguir mantenint contacte via mail. La foto i qualsevol objecte els hi tenia que donar el Xavi, ja que la Tània com a dona no pot donar-los cap cosa, ni pot tocar-los....això creava situacions molt divertides a les classes. Aquestes normes no son perquè siguin masclistes, ja que al budisme la dona ocupa un paper igual o superior al home. Així que no els hi vam poder fer una abraçada com a comiat : )



Durant la segona quinzena de novembre a Nong Khai es va celebrar el festival xinès. Un desplegament de color i cultura xinesa pels carrers de la ciutat. Hi vam anar amb l’Earth i la Beau, els nostres amics tailandesos, amb els que hem compartit molts moments i tota la seva família ens ha tractat com un més.




Un dissabte ens van convidar a sopar fora, a la barbacoa coreana, molt típic a la ciutat, on tens una barbacoa a la propia taula i et vas fent la carn i les verdures que vulguis. Tot el que puguis menjar per només 2€. Després vam anar a casa seva a prendre unes cerveses. A la una del matí, el pare va anar a despertar a tota la família, ens va portar al matadero, va comprar 3 kg de carn fresquíssima, ja que acabaven de matar als animals, i vam tornar a casa a fer una barbacoa a les 2 del matí després d’haver sopat ja...molt curiós. És una tradició típica Isan (la regió del nord de Tailàndia on està Nong Khai). Tothom estava dormint i tothom es va despertar per menjar i en acabat a tornar a dormir.

La última setmana van arribar a Nong Khai el Guillem i l’Ester, fantàstic trobar-te amb amics a l’altra punta del mon. Amb ells farem Laos.

L’últim dia gran festa de comiat. Vam cuinar truita de patata, pa amb tomàquet, i vam obrir l’últim paquet de pernil que ens quedava. Un autèntic luxe. Vam fer un gran sopar amb tota la família tailandesa. Després vam anar al Bar-Nana, la discoteca més famosa de Nong Khai...res a envejar a les de barcelona... i casi sense voler-ho ja marxem.



Han estat 4 setmanes inoblidables a una ciutat encantadora, on hem estat com a casa, on hem fet amics tailandesos, d’Austràlia, California, Holanda, França, Suècia...on hem intentat ensenyar, on hem après moltíssim dels nens, del sistema educatiu, dels monjos, del budisme, de la cultura tai, on hem trobat el millor menjar de tot tailandia, on ens feia mandra estar al començament...i d’on ara marxem amb molta pena i amb molts bons records.

Next country... Laos.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Un finde en Laos

El segundo fin de semana de estar aquí, tuvimos que viajar a Laos ya que al entrar a Birmania perdimos nuestro visado de 2 meses, obteniendo únicamente uno de 15 días.
Coincidiendo que el lunes los niños estaban fuera, decidimos pasar un finde largo en Laos, y así hacer un aperitivo de este país, ya que en diciembre pensamos recorrerlo de norte a sur.

Para entrar en Laos, tan sólo hay que cruzar el puente de la amistad que cruza el Mekong. En menos de 5 min ya estás ahí.

La visa es bastante cara, son 35 USD cada vez que entras. Cogimos un tuk tuk hasta Vientiane, la capital, que está a 20km de Nong Khai. Como era fin de semana y la embajada estaba cerrada, cogimos un bus local hasta Vang Vieng, a 4 horas de Vientiane.

Viajamos en bus local. Y ha sido el viaje en bus más auténtico que hemos hecho hasta ahora. Iba lleno de gente hasta arriba, con cientos de cajas, de galllinas y hacía un calor insoportable. Los ventiladores tenían una función sonora de carraca más que de ventilador, porque hacían ruido pero no daban aire. El pasillo del medio estaba lleno de cajas y gente, primero de pie, después sentaditos en unos taburetes enanos que desde la calle alguien subió para que la gente pudiera sentarse.

El bus no hace paradas como las concebimos nosotros normalmente. La gente simplemente chilla al conductor cuando quiere parar. Y así hicimos hasta 20 paradas antes de llegar a destino. Y lo más curioso del tema era que la gente, cuando llegaba a su destino o alguien quería subir, simplemente abría la ventanilla de su asiento y saltaba por la ventana. Así no hacía falta molestar a las decenas de personas que iban en el pasillo. Ante todo, aquí la gente piensa en los demás.

Llegamos a Vang Vieng por la noche. Entontramos una guesthouse en el río, y dormimos en unos bungalows con vistas al río por unos 5€ los dos. Cheap Cheap.




A la mañana siguiente, nos sorprendió no ver prácticamente a nadie por las calles, y unas horas más tarde entendimos por qué. La principal atracción aquí es hacer tubing, que consiste en bajar con unos neumáticos de camión por el río. Unos 3km de recorrido en el que a medida que bajas te vas encontrando con bares de bambú en el mismo río, y donde hay una fiesta increíble. La música a tope, la gente ( casi todos farang) bailando, bañándose en el río, bebiendo , del revés, saltando en tirolina o tirándose por los toboganes que algunos bares tienen.



Para llegar a cada uno de los bares, tienes que cogerte a la cuerda que la gente del bar te tira para arrastrarte hasta allí. Dejas tu neumático y a bailar!
Como una Ibiza pero en versión río laosiano.

El domingo por la noche volvimos a Vientiane, para poder ir a la embajada pronto por la mañana. Vientiane es una capital muy agradable, a diferencia de las capitales asiáticas, que por norma son un auténtico caos. Tiene muchas zonas verdes, está protegida por el Mekong , tiene un paseo fabuloso (desde el que se ve Tailandia) y una arquitectura colonial francesa muy marcada llena de cafés, bistros y restaurantes franceses. Una auténtica delicatessen.



Cenamos en un restaurante francés, donde pudimos comer unos entrecots de 250grs con vino y baguette. Como si estuviéramos en París, a diferencia que pagamos por la cena una décima parte de lo que nos hubiera costado allí.

Estuvimos en un hotel boutique, y decidimos excedernos de presupuesto para tener una auténtica suite, un lujo de habitación: madera, decoración oriental exquisita y televisión plana por cable, internet y vistas al Mekong. Por un módico precio.
La experiencia en la embajada al día siguiente fue la típica espera de toda burocracia, pero a unos 39grados y sin aire acondicionado. Y eso que ahora es invierno aquí. Lo que nos sorprendió fue ver tantísima gente ahí. Tailandia es el paraíso de los occidentales para vivir.

Todo fue bien y pudimos obtener nuestro visado al día siguiente.
Bus hasta el puente. Trámites en Laos. Trámites en Thailandia… Tuk-Tuk hasta nuestra casa en Nong Khai.
Y ya estamos de vuelta en Thailandia.

Nong Khai

El mes de noviembre hacemos un parón en nuestra intensa ruta de viaje para participar en un programa de voluntariado en Nong Khai, región de Isan, en el nord-este de Tailandia, justo en la frontera con Laos.

Es una ciudad ribereña con mucho encanto, donde se come de lujo y está separada de Laos por el imponente río Mekong, la columna vertebral del sudeste asiático. Desde el paseo del río, puedes saludar Laos, lo que es bastante especial.




Una de sus principales atracciones turísticas es el Sala Kaeko, un parque de esculturas gigantes de lo más raras, construidas por un chamán hindu-budista.




La organización con la que decidimos realizar este proyecto es Travel to Teach, con programas en la mayoría de países del sud-este asiático y ahora también en sud-américa.

Su objetivo es ofrecer educación y enseñanza de inglés a niños de entre 6 y 12 años en los países y regiones donde la educación es muy deficiente en todos los niveles; mucha corrupción, poca inversión por parte del gobierno, infraestructuras deficitarias y un gran desinterés para que los niños puedan aprender inglés. Es paradójico que los profesores de inglés en estos países no son capaces de hablarlo.
Personalmente, nos tomamos este proyecto con muchas ganas, ya que poder ofrecer parte de nuestro tiempo a los más necesitados es algo mucho más gratificante y enriquecedor de lo que podríamos pensar y que te permite, al final, aprender mucho más a tí que a los propios niños.

El día 30 llegamos a nuestra nueva ciudad, coincidiendo con mi cumpleaños. Por fin íbamos a poder deshacer las maletas, después de casi 3 meses en ruta. La organización ofrece alojamiento a los voluntarios, en una casa fuera del centro de la ciudad, y con capacidad para unas 12 personas, es una casa de 3 pisos un poco hecha polvo ya. Conocimos a nuestros compañeros, 6 en un principio, aunque ahora somos ya unos 9. Es divertido compartir casa con tanta gente. Nos recordó a nuestra época Erasmus en la universidad.

Somos la única pareja española. De hecho, somos los primeros voluntarios españoles aquí. Los demás son de Suecia, Francia, Holanda, Estados Unidos y Canadá. Todos con diferentes edades, desde 19 hasta 68 años, sí! 68 años! Y es que nunca es tarde para cumplir tus sueños. Y esto es lo que Paul, un holandés de casi 70 años, está haciendo ahora. Ha decidido romper su propia barrera y viajar solo por primera vez. Y os podemos asegurar que su excitación después de una semana es increíble.

Xavi y yo tenemos asignados dos colegios, a los que vamos de lunes a viernes por las mañanas. Uno está en la propia ciudad. El otro está en las afueras, a unos 15km y es mucho más pobre, ni siquiera nos pueden dar de comer. Y por las tardes, damos clases a los monjes budistas en el templo y a un centro de discapacitados físicos. Para esto, nos turnamos con los demás voluntarios.

El reto más grande con los niños pequeños es cómo enseñarles inglés sin saber tailandés. Su nivel de inglés es muy pobre, como nuestro tailandés, así que la diversión está asegurada! Y todo esto con un salario muy alto: su sonrisa.
En la escuela más pobre es más fácil enseñar. Los niños pobres agradecen mucho más las pequeñas cosas, así que nos escuchan y se lo toman más en serio…aunque algunos no pueden ni leer nuestro alfabeto. Básicamente en clase intentamos hacer ejercicios para que aprendan a leer y escribir, ya que a medida que avanzan cursos aprenden vocabulario pero siguen sin saber leer ni escribir.



En la otra escuela las clases son mayores. Incluso tenemos un niño de 12 años ladyboy. Se llama Mik y ya nos dice “Mik is a boy, Mik is a girl”… le encanta mirarse al espejo y hacer posturas a lo ladyboy.

Es muy curioso los apodos que les ponen a los niños. Como los nombres thai son larguísimos y para nosotros impronunciables, cada niño tiene su apodo, algunos son divertidísimos: extra, donut, luis, boat, not, arm, oil, shampoo…



En cuanto a los monjes, es interesantísimo; su inglés es bueno y podemos tener conversaciones de todo tipo. Ellos preguntan todo y más sobre nuestro país y nuestras costumbres, son muy curiosos y están ávidos de aprender. Nosotros estamos aprendiendo muchísimo sobre budismo, tradiciones thai etc…



KRATONG FESTIVAL

El día 2 de noviembre, justo 3 días después de llegar a Nong Khai, tuvimos la suerte de presenciar y participar en uno de los festivales más importantes de Tailandia : el Loy Kratong Festival.

Este festival se celebra en la noche de luna llena del 12º mes lunar. Es el momento que marca el final de la época de lluvias, cuando los ríos y canales están llenos. El río Mekong baja con un gran caudal en este momento.

Este festival se celebra para ofrecer respeto a los dioses de los ríos y canales, para agradecerles su fertilidad y seguir obteniendo buenas cosechas.
El nombre de Loy Kratong viene de la palabra “Loy” que significa “flotar” y “Kratong” que es una como una flor de loto hecha con hojas de banana. Los tailandeses creen que al dipositar el Kratong en el río, éste se llevan toda la mala suerte río abajo.



Así que la tarde del día 2 nos pusimos manos a la obra para hacer nuestros propios Kratongs. Cada uno debe contener una vela, 3 inciensos, flores decorativas, un cabello para larga vida y una moneda para que el dinero nunca falte.

Cuando la luna llena brillaba ya sobre el cielo, nos fuimos todos al río Mekong para lanzar nuestros kratongs, pidiendo antes un deseo. Dicen que algunos de ellos llegan hasta Vietnam.

El ambiente era increíble. Miles de personas en las calles, cenando en los puestos callejeros, con sus Kratongs ( muchos, espectaculares!). En el templo, espectáculos de bailes y trajes tradicionales. Una fiesta muy especial.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Nord Tailàndia II part

Mae Sai-Sop Ruak-Mae Salong-Chiang Mai
Del 24 al 29 d’Octubre

Vam creuar el pont de l’amistat fins al poble de Mae Sai. Estàvem de nou a Tailàndia. Mae Sai és el poble més al nord del país, un poble bàsicament comercial, amb moltes botigues, bancs i restaurants. Vam dormir a un hotel des d’on encara ens sentíem a Birmània, ja que tot el que veiem des del balcó eren les muntanyes birmanes.
Per la nit, hi havia un gran ambient pels carrers, semblava festa major, amb totes les parades de menjar i les firetes…i amb un concert en playback protagonitzat per 2 ladyboys i tot aquell que es prestés a participar.

El tema dels ladyboys aquí a Tai es viu amb molta naturalesa. Estan 100% recolzats per les famílies, i a vegades és la mateixa família que promou que el més petit dels nens (si només han tingut nens a la família) es converteixi en ladyboy per així tenir, al menys, una noia a la família. Molts estan operats i es difícil distingir si son home o dona. Estan molt integrats a la societat, i tenen tot tipus de feines; pots trobar-los treballant a un Super, a un banc, o inclús participant a un concurs de bellesa. És surrealista però hem arribat a veure algun ladyboy –monjo!!!
De Mae Sai, vam viatjar al dia següent fins a Sop Ruak, la ciutat convertida oficialment com a centre del triangle de l’or.

Multitud de cotxes plens de turistes arriben cada matí al poble, sense gaire interés, excepte les dues coses que val la pena veure : el Mirador, des d’on tens una panoràmica perfecta dels tres països que formen el triangle ( Tailàndia, Birmània i Laos) separats per el riu Mekong, i el Museu o Casa de l’Opi.

L’opi ( l’anomenen també or negre) és el motiu per el qual es va anomenar a tota aquesta regió Triangle de l’Or, ja que els beneficis que s’obtenien amb el seu comerç eren enormes.

Des de fa dues dècades aproximadament, s’ha intentat erradicar el cultiu de l’opi aquí, ara només el 5% del opi mundial prové del Triangle de L’or ( abans era el 70%). Afganistan és el país que produeix ara el 95% restant.
El museu de l’opi val la pena visitar-lo per conèixer tota la història del comerç i l’ús d’aquesta substància per les tribus de muntanya procedents de China des de temps llunyans. Inclou una mostra super completa d’objectes per cultivar, tractar i comercialitzar-lo; des dels pesos, que tenien condició de sagrats i s’utilitzaven per els rituals i cerimònies religioses, les balances e inclús els coixins que utilitzaven les tribus per a fumar-lo.



Sembla que la millor posició per a fumar opi era estirat a una esterilla especial transpirable amb el cos col•locat en posició fetal. El cap devia estar recolzat a un coixí, normalment fet de ceràmica, que diuen, t’ajudava a viatjar als núvols.
Tot un ritual.



Vam conèixer la existència de Khun Sa, el més gran comerciant d’opi mundial de tots els temps. Khun Sa era un birmà cap de la unitat d’Intel•ligència del país. Coneixia tan bé el cultiu de l’opi que va començar a treure’n profit personal i els birmans el van empresonar. Quan va ser lliure, es va unir al exèrcit d’alliberació de l’estat Shan, que lluitava per la independència Shan de Birmània i , per a aconseguir financiació, va crear un autèntic imperi gràcies al comerç de l’opi.
Aquest personatge va ser culpat i perseguit per tots els països consumidors de heroïna, declarant-lo culpable de tots els mals que estava causant al mon. Per altres, sobretot per els birmans de l’estat Shan, era el salvador de les seves terres. Mai el van atrapar.

Després d’un parell d’hores a Sop Ruak, vam agafar un blue bus fins a l’oest de Mae Sai, al poble de Mae Salong : el poble menys tailandès de Tailàndia.
El poble de Mae Salong va ser fundat per el règim xinès de Kuomintang. Aquest exèrcit anticomunista va haver de fugir de la Xina després de la revolució de 1949, quan els comunistes van arribar al poder. Van fugir a Birmània, però van ser expulsats d’aquest país i van aconseguir arribar a Tailàndia amb caravanes de ponis. El rei tailandès actual els va donar asil polític i van poder crear un poble igual al seu que havien deixat al Yunnan.

Es van aliar amb Khun Sa, que tenia la seva residència a un poble dels voltants de Mae Salong i també a l’exèrcit de l’estat Shan. Es dedicaven al comerç de l’opi i com que estaven tan aïllats del món, ja que és una zona molt muntanyosa i amb males comunicacions, van poder esquivar al govern tailandès quan va voler acabar amb tot el comerç de l’opi al país. Fins que Khun Sa no va marxar de la zona, no es van començar a substituir els cultius per fruiters, blat i , sobretot, té. Avui hi ha diverses fabriques de té, que dóna feina a moltes dones de les tribus de muntanya.

Per tota la zona, hi conviuen tribus de diferents ètnies, sobretot Akha, Lisu i Laso. I amb la nostra moto vam poder recórrer diversos poblats de tribus i conèixer com viuen cadascun d’aquests pobles.
El dia 27, dos cotxes lletera i un autobús ens van portar de nou a Chiang Mai, abans de marxar a Nong Khai per començar el voluntariat el dia 30.



A Chiang Mai, vam anar a veure un combat de Muay Thai, un dels esports amb més afició en aquest país. Els fan a diari a la ciutat, i als homes locals els encanta apostar, moltes vegades aposten quantitats importants, per lo que la tensió del públic a un combat és alta.
Una música hipnòtica acompanya els combats, i un ritual molt curiós de veure precedeix cadascuna de les rondes. Inclús en ple combat, els moviments son molt rítmics i meditats, sembla que els rivals estiguin en una espècie de trance. Dels 7 combats, 5 van acabar en k.o.
Tota una experiència.



I no volíem marxar de Chiang Mai sense visitar el centre de conservació d’elefants asiàtics més important d’Àsia. Està a Lampang. En aquest centre tenen l’hospital d’elefants més gran del món, i és l’únic lloc on els elefants van a l’escola……i son capaços de pintar quadres!!! Sona una mica surrealista, però veure-ho és creure-ho. Vam anar a un show on, entre d’altres coses com tocar el xilòfon o fer coreografies, els elefants pinten autèntics quadres amb la seva trompa. Molt molt freaky.



Les seves creacions estan a la venta, i segons lo sofisticades que siguin, poder arribar a valdre una fortuna.



El dia 29 per la nit ruta Chiang Mai-Nong Khai. 12 hores més de transport fins la regió de Isan, la més pobra de Tailàndia i on comencem el nostre voluntariat.