Del 23 al 31 de Mayo
Cusco-Ollantaytambo-Aguas Calientes-Cusco
El día 23 de mayo agarramos un bus desde Puno hasta El Cusco…la capital de la civilización inca, y actualmente la capital cultural, histórica y turística del Perú, y el lugar más famoso casi de todo latino América. En Sur-América todos los caminos llevan al Cusco.
Fue en el Cusco dónde Pizarro entró con su ejército y sus acompañantes dominicos con su cruz, capturó al inca Manco Capac y tras robarle todo la plata y el oro, le decapitó en la plaza de Armas proclamando la derrota del imperio Inca. Desde ese momento los españoles se dedicaron a destruir todos los palacios y centros ceremoniales incas para construir encima de ellos iglesias y catedrales, queriendo enterrar así cualquier vestigio de la antigua civilización…por suerte no descubrieron todos los centros incas.
La primera imagen de la ciudad, no defrauda. Es una ciudad repleta de historia en cada rincón, muy cuidada arquitectónicamente y muy fotogénica.
Pero no la visitamos, ya que decidimos conocer primero sus alrededores, y conocerla bien a nuestro regreso.
El lunes visitamos el Valle Sagrado, el valle por el que se extienden infinidad de ruinas incas. Los incas fueron auténticos genios de obras de construcción e ingeniería en plena montaña, y todas las ruinas no se sitúan a pie del valle sino en pura montaña, lo más alto posible… lo más cerca de los apus, donde vivían sus dioses, y de inti, el sol, su dios más importante después del creador del mundo, Viracocha.
Visitamos Pisac, un centro agrícola con unas construcciones en bancales espectaculares. Al no disponer de muchos lugares llanos, los incas supieron dominar su terreno ingeniando terrazas en montañas escarpadísimas para poder cultivar la tierra. Esto ofrece vistas de cultivos en los lugares más inimaginables.
Todas las ruinas y centros ceremoniales incaicos dan a entender la magnitud de la civilización inca, probablemente la más grande de Latinoamérica. Su existencia fue breve, unos 4 siglos, y el siglo XV como siglo de mayor esplendor, cuando gracias al inca Pachacuti se expandieron desde el sur de Colombia hasta el norte de Argentina y Chile, en menos de 100 años. Una auténtica civilización andina que supo explotar su medio a la perfección. Fueron además muy inteligentes y en su proceso de expansión en lugar de destruir, se adueñaron de progresos y avances de otras culturas anteriores, como los huaris en el Perú o los Tiwanaco de Bolivia.
Luego paramos en Urubamba y posteriormente fuimos a las ruinas de Ollantaytambo, también a base de bancales y con un centro ceremonial en lo alto de la montaña. Este pueblo era un lugar estratégico ya que se sitúa entre 3 valles que se aglutinan en uno solo que va camino a la selva…y a la ciudad sagrada del Machu Picchu. También en Ollanta (como se le conoce por aquí) fue donde el último inca, Manco Inca, se sublevó contra los españoles y les derrotó temporalmente, ya que los conquistadores regresaron unos años más tarde con el triple de hombres para poder abatirlos.
En Ollanta pasamos una noche. Es un pueblo precioso, dicen que es el único pueblo incaico viviente ya que mantiene intactas la forma y tipo de construcción de sus casas, sus calles etc…
Tuvimos suerte además porque se celebraba allí también la fiesta del pentecostés . Es curioso porque en el Perú hemos encontrado en muchos pueblos fiestas y más fiestas. Da la sensación que están todo el día festejando…lo que es una buena excusa para tomar alcohol sin parar. Cuando piensas en fiestas religiosas, te viene a la mente la seriedad, silencio, abstinencia…exactamente lo opuesto que aquí pasa : color, música, danza y mucho alcohol!
Al día siguiente iniciamos la expedición Machu Picchu. Lo fácil y lo que la mayoría de gente hace es agarrar un tren desde el Cusco, hasta Aguas Calientes (al que llaman Machu Picchu pueblo), y desde allí suben en autobús un trayecto de media hora hasta el santurario…otros llegan en trekking de 3 o 4 días, que son carísimos.
…pero nosotros no queríamos hacer ninguna de estas rutas, así que creamos la nuestra propia. Desde Ollanta, agarramos un bus local hasta Santa María, unas 4 horas de curvas tortuosas. De allí agarramos una furgoneta hasta Santa Teresa que nos llevó cerca de la central hidroeléctrica, otras 3,5h. Una vez en la hidroeléctrica , debido a las terribles lluvias de febrero que arrasaron pueblos enteros y puentes, tuvimos que cruzar el río en tirolina… y de allí caminamos unas 4 horas por la vía del tren hasta llegar al pueblo de Aguas Calientes.
Una pequeña peregrinación particular.
La caminata es bien linda ya que el paisaje es pre-selvático; pero se nos hizo tarde y llegamos ya de noche. Aguas Calientes es horrible, de lo que hemos visto el pueblo más feo del Perú…pero no estábamos allí por el pueblo.
Nos acostamos y al día siguiente a las 3 de la mañana nos levantamos para subir al Machu Picchu. En lugar de en autobús, queríamos subir andando, son unas 2 horas de pura cuesta…pero estaba diluviando…así que tuvimos que ir a hacer cola a la estación de bus para subir con el primero a las 5.30. El agarrar este bus, te permite conseguir una de las 400 entradas para subir al Huayna Pichu, la montaña sagrada que está detrás del complejo del Machu Pichu y que ofrece unas vistas del lugar espectaculares.
A las 6.30 ya estábamos dentro del recinto…Cogimos un guía local para aprender más del lugar. Primero subimos al mirador, pero estaba lloviendo y había una niebla que no nos dejaba ver absolutamente nada…pero de repente… la niebla se evaporó y la vista de la ciudad te deja sin palabras. En ese momento entendimos porqué es una maravilla del mundo. El enclave dónde está construido el Machu Pichu es impensable. Es totalmente inaccesible en un entorno selvático, rodeado de montañas con formas mágicas. La ciudad en sí está en medio de este paraje en una zona que los incas la hicieron llana, como si la ciudad estuviera en la palma de una mano ofreciendo el lugar al dios sol.
Por desgracia se sabe poco de qué era exactamente este lugar. Los incas, no tenían un sistema de escritura, por tanto no dejaron documentación escrita de su civilización. Pero sí se han hecho algunos avances para conocer su historia.
La ciudad estaba totalmente sepultada bajo la vegetación selvática, sólo conocían de su existencia algunos campesinos locales, y fue el hijo de uno de ellos, que tras recibir 1 sol (0,30€) llevó al explorador James Bingham al lugar exacto de la ciudad perdida del Machu Pichu en 1911. Él en realidad buscaba la última ciudad inca, Vilcabamba, pero se topó con esta maravilla.
Por suerte los españoles no tuvieron ni idea que existía este lugar, sino probablemente lo hubieran saqueado y destruido. Desde ese año hasta hoy se siguen encontrando vestigios y restos arqueológicos.
Por las excavaciones realizadas, se sabe que en el Machu Picchu no vivían niños. Por ello se cree que era una ciudad sólo para elegidos. Es una maravilla arquitectónica y era un centro de investigación, de estudios agrícolas, de estudios astronómicos y un lugar ceremonial muy importante. En la ciudad vivían nobles, artesanos, arquitectos, investigadores y sacerdotes.
Hay múltiples lugares sagrados para los incas donde se realizaban rituales y ofrendas.
Tras conocer los misterios del lugar (que hay muchísimos, cada rincón esconde alguno) subimos al Huayna Picchu. La ascensión es dura, pero merece la pena, ya que desde la cima, tienes la perspectiva real de lo que es la ciudad y dónde está construida realmente. Te das cuenta de la grandeza del lugar.
Seguimos todo el día paseando por la ciudad , subiendo y bajando los bancales hechos en pura montaña ,flipando con las vistas y imaginando cómo debió ser la vida aquí. Un lugar mágico. Si las piedras hablaran...
Decidimos bajar a pie hasta Aguas Calientes…así que llegamos al pueblo reventados, listos para cenar y a las 8 a dormir.
Al día siguiente regresamos a Ollanta en tren. Está abierto desde hace unas semanas ya que buena parte de la vía se la llevó por delante los desprendimientos de tierra fruto de las lluvias. Y de Ollanta cogimos un taxi hacia Cuzco, pero paramos de camino en Moray para seguir viendo ruinas, no te las acabas.
Morai es un centro de investigación agrícola inca. Está situado en un pequeño valle en forma de taza. Aquí los incas crearon unos bancales en forma circular apasionantes visualmente. Se dice que cada bancal tiene su propio microclima, de este modo experimentaban cual era la ubicación óptima para cada tipo de cultivo.
El día siguiente lo dedicamos a relajar las piernas, bastante castigadas tras la caminata de casi 12 horas del día anterior. Recorrimos la ciudad, que con motivo se ha ganado el título de una de las más bonitas de Latinoamérica.
Está llena de catedrales, iglesias, conventos, etc, con calles empedradas, y con muchos restos coloniales que se funden con los restos incaicos.
El puro centro, como no, es la Plaza de Armas, presidida por la catedral principal y los balcones y las arcadas. La ciudad está protegida por el apu del Ausangate, la montaña más alta de la región a unos 5000 metros.
El día 29 ya más recuperados fuimos a visitar las ruinas de Tipón. ES una pura obra de ingeniería sobre cómo aprovechar el agua. Se dice que científicos japoneses han venido hasta este enclave para estudiarlo y entender como de perfectos eran los sistemas de riegos incas, que suministraban la cantidad exacta de agua a cada bancal. Canalizaban el agua procedente de una fuente natural de la montaña y a través de cascadas, sistemas subterráneos y canales la drenaban por los bancales. Pero se fueron sin acabar de entender cómo funcionaban.
Para los incas el agua era también una deidad. Eran agricultores, por tanto necesitaban el agua para hacer crecer sus cultivos. Era un dios masculino que se unía con la Pachamama, para crear el alimento. Sin agua no había vida.
Tipón es también famoso por su cuy, la comida tradicional cusqueña. Así que paramos para probarlo. Es un roedor parecido a la cobaya, hecho al horno y que está riquísimo, pero sin mucha chicha.
A la vuelta a Cusco, paramos en Andahuaylillas, que presume de tener la capilla sixtina de América. En lugar de visitarla vimos delante de la iglesia, una de las danzas preparatorias de la fiesta de Q'oyoriti. Esta fiesta aunque aparentemente es una fiesta cristiana, en origen se celebra para apaciguar al apu Ausangate, el volcán y montaña más alto de la región.
En Cusco, nos hemos vuelto a encontrar a Patrick. Un amigo suizo que conocimos en Laos hace 8 meses, que nos reencontramos en La Paz por casualidad y que ahora hemos vuelto a coincidir aquí! El mundo es un pañuelo?? Con él fuimos a un concierto reggae-peruano en un garito del barrio de San Blas, el más bohemio de Cusco.
Y el último día en Cusco lo aprovechamos para visitar 2 platos fuertes de las ruinas incas de la ciudad :
Primero, Sacsahuamán, un enclave que fue estratégico para los incas tanto a nivel religioso como militar, y que está ubicado arriba de una de las colinas de Cuzco, muy impresionantes y con el fuerte en tres niveles y en forma de rayo como rasgo distintivo. Desde aquí hay unas vistas impresionantes de toda la ciudad.
Después el convento de Santo Domingo, construido encima de los cimientos del que fue el palacio inca más importante y más rico en oro de todos los tiempos. Hoy día, lo interesante es poder apreciar la mezcla extraña de arquitectura inca, colonial y contemporánea a la misma vez.
Desde el Cusco nos vamos del Perú, no hemos tenido tiempo de recorrer más. Nos despedimos de las tietas de Tania que se vuelven para la Seu , las veremos pronto de nuevo.
…Esta vez como nos quedan pocos días, y para ahorrarnos unos 5 días de bus, nos pegamos el lujo de volar hasta Bogotá-Colombia, el último país que visitamos en este sueño?...
"Que toda vida es sueño y los sueños sueños son? "
...
2 comentarios:
CARTAGENa NO! que pena da eescuchar que Colombia es el final. aun asi vaya envidia! porque vaya viaje que os estáis pegando! veo que os habeis empapao de cultura y conocimiento, vaya gozada!
gracias por este blog tan cojonudo y por vuestro curro en mantenerlo actualizado!
buen camino! viajantes!
macos!!!!!!!!!!! així que marxeu cap a Cartagena, eh!. Ens veurem?, molt just, no?. Bé, sempre ens quedara bcn. Que bo que ha estat conéixer a uns catalans com vosaltres. La Seu? doncs nosaltres ens hi aturarem, vale?.
Poc més, estem en contacte i salut!
Jordi i Maria, o Xavi i Encar, com volgueu.
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