Sulawesi

Salamat paggi Indonesia

Empezamos la ruta de Indonesia por la isla de Sulawesi (antigua Célebes), una isla con una extraña forma que queda al norte de Nussa Tengara. Nuestro interés por visitarla era conocer a la etnia de los Tana Toraja, un pueblo que habita en el interior y que ha mantenido sus tradiciones a lo largo del tiempo. La cultura Toraja tiene una fascinación brutal por los muertos, dan vida a la muerte, y los acompañan con unos impresionantes ritos funerarios. Puede llegar incluso a ser duro de, macabro y sangriento de ver, pero es espectacular. Todo ello vestido con una arquitectura propia, con sus casas tradicionales (tong konan) en forma de barco o cuernos de búfalo que se construyen en cualquier lugar de la selva o arrozales. Estas casas son la auténtica imagen de Tana Toraja. No queríamos dejar escapar la oportunidad de asistir a uno de sus funerales.

Llegamos al aeropuerto de makassar el dia 9 a las 19h, con la intención de partir esa misma noche a Tana Toraja. Despues de hacernos pasar por una máquina desinfectante antes de poder tocar nada por si traiamos el virus de la gripe A, el típico ritual de los visados. Todo correcto. Notamos ya un cierto aire isleño, el chequeador de maletas ni siquiera las vio todas, cuando fue su hora, pensó que lo mejor era irse para casa.

Cogimos un taxi que nos dejo en la estación de Litha Bus. En principio debía ser un viaje cómodo en un autobús moderno. Pero se convirtió en una tortura ya que nos tocaron los peores sitios del bus que ni siquiera se reclinaban. Por lo menos nos fuimos directamente a Rantepao y después de 8 horas, llegamos al pueblo base para visitar el territorio a las 6 de la mañana, sin pegar ojo, pero contentos de poder empezar a explorar la tierra toraja.

Esa misma mañana muy pajaritos tras no haber dormido, conocimos a Ayub, el guía que nos acompañó aquel día. Directamente tras tomar un te, visitamos el mercado de animales, el pasar bolu, donde el pueblo acude para la compra de cerdos y búfalos en vistas a los próximos funerales de algún familiar. Un mercado poco apto para los protectores de animales ( esto va para Carmelita, mi tía), ya que los tienen atados durante horas en cañas de bambú para que parezcan más grandes, y no paran de gemir. Dicen por ahí que los cerdos son un animal muy exagerado, pero esta vez con razón. No se te quita de la cabeza el gemir de los cerdos durante horas. Los búfalos son símbolo de status y poder para las famílias, y cuanto más blancos sean, más caros son. Los hay que pueden llegar a costar hasta 25000 dólares, toda una fortuna. Toda la vida ahorrando para comprar los máximos posibles y luego tener que degollarlos…..

Despues de esta macabra introducción, visitamos pueblos tradicionales, con arquitectura típica y zonas funerarias muy famosas, como Lemo, ke’te kesu y Sangalla, donde asistimos al esperado funeral toraja. Despues de caminar un rato por una cuesta empinada en medio de la selva, no creíamos lo que empezamos a ver desde lo alto de la colina : hombres descuartizando búfalos, decenas de cerdos atados a cañas de bambú esperando ser matados para el festín de los invitados, pegando grandes berridos bajo el sol abrasante que pegaba. Mientras tanto, los hombres de la aldea cantaban rituales primitivos en honor al difunto (que llevaba un año ya muerto), que presidía el festejo desde lo más alto del tejado de una de las cabañas y la familia del difunto, vestida con las mejoras galas, iban haciendo procesión de ofrendas cada tres por cuatro. Debía ser importante el difunto, ya que iban a matarse 10 búfalos en su funeral, toda una fortuna para la familia, que lo había cuidado durante un año en casa hasta aquel dia. Durante ese año, la familia lo había tratado como a uno más, aunque muerto, ellos dicen que está enfermo y le ponen de comer cada día, le cambian la ropa y le hablan como si estuviera vivo. Surrealista 100%. Y aquél era solo el primer día de funeral……quedaban dos jornadas igual de intensas por delante.

Nos sentamos con la familia, pasamos un rato con ellos y nos ofrecieron cerdo, aunque después de ver cómo los mataban y cómo los trataban, ninguno fue capaz de probarlo, tan solo Tania y un poco Xavi, que por no hacer el feo trató de meterse unos trozos en la boca con las manos. Cómo se reían de mí las mujeres cuando me veían comer con tal precaución el papiot, el plato típico toraja. Le ofrecimos tabaco al líder de la família, pero no para fumárselo, se lo ofrecen al difunto una vez enterrado. Un gran visual para la próxima campaña antitabaco.

Despues de todo el festival, entierran a los difuntos en tumbas colgantes en los acantilados a cientos de metros de altura, o en cuevas, según sea el estrato social de la persona. Visitamos unas cuevas en Londa, y pudimos ver ataúdes de 3 dias de antigüedad en la cueva, una cueva llena de muertos, y nosotros allí con ellos, y con todos los restos de otros difuntos colocados estratégicamente para poder verlos mejor. Nos sentíamos como Indiana Jones. Incluso tuvimos que hacer algo de espeleología entre las cuevas que no median mas de 30cm de altura. Es una sensación algo abobiante ya que estas casi a oscuras prácicamente en un agujero arrastrándote entre tumbas y huesos de muertos.

En Londa concocimos a un colega de SONY indonesia, que presentaba la nueva réflex a la prensa, e iba acompañado de los fotógrafos de la national geographic de indonesia. El lugar es de reportaje.

Despues de 3 días con los toraja, llegó el momento de bajar para la caótica y fea Makassar, ya que Ali y Oscar cogían avión para Bali el dia 14. A nosotros nos quedaban 5 días hasta coger el barco de Pelni con destino Flores y decidimos ir para la playa de Pantai Bira, el destino playero tradicional del sur de sulawesi. No teníamos grandes expectativas con esta playa, ya que la Lonely es ambigua con esta zona, pero la gran sorpresa fue encontrarnos con un lugar paradísiaco, una playa espectacular, que poco tiene que envidiar a playas más concurridas de indonesia. Con esto podemos ya confirmar que la lonely planet de indonesia, apartado de sulawesi no ha estado muy acertada. No da una……

Hemos estado 4 días en este paraíso con aguas cristalinas, y si no hubiera sido porque era el último finde antes del comienzo de ramadán, hubiéramos estado prácticamente solos. Pero todo no puede tenerse en esta vida, y todo el fin de semana ha estado llena de locales, ansiosos por hacerse fotos con nosotros, como si no hubieran visto un guiri en su vida. Aquí hemos estado muy agusto en Nini’s Guesthouse, y hemos compartido muy buenos momentos con Steve, Nicky y Valentina, la chica italiana que ya nos encontramos en Rantepao.

Ayer, domingo, alquilamos un barco para hacer día de snorkel en las islas de enfrente de bira….nunca habíamos visto colores azules tan intensos y cambiantes. Y tanto coral, aunque dañado por los pescadores, que nos permitió ver muchísismos peces de colores. Íbamos a ver a los tiburones, y sólo la pareja inglesa pudieron verlo, con tortuga incluida, ya que en ese momento Xavi estaba siendo picado por una jelly fish, una medusa!! De pronto, pidió al barquero que fuera a buscarlo, ya que sentía que algo le había picado, y así fue….en cuanto lo vio, el barquero dijo que debíamos regresar; this is not good, problem! Decía. Volvimos a la orilla de la otra isla, playa espectacular por cierto, y allí fuimos a casa de unos locales, donde le pusieron el remedio a xavi para curar la picada. Ay que ver estos locales cómo conocen la naturaleza y saben qué planta sirve para que cosa, es alucinante. El pequeño hijo del barquero se acercó a la playa para recoger hojas de la planta mágica, y depues de lavarle bien la zona afectada con agua hirviendo, le refregaron la planta. Magia! Después de 15min prácticamente se le fue todo el picor. Aprovechamos para comer allí con ellos, y a las 14h volvimos a Bira. Tuvimos una cena divertidíssima en Shalassa guesthouse, con la nice family que lo regenta, la pareja de ingleses y Valentina.

Hoy, día 18, volvemos a la feísima Makassar y al hotel Permata, lleno de chinos pero con free internet, gloria después de tantos días desconectados del mundo,
Ahora nos vamos a coger un barco de Pelni company que nos llevará a la isla de Flores tras 24 horas de viaje…en principio, nunca se sabe en estos países. Aparentemente hemos contratado un camarote con una cama, tampoco estamos seguros de ellos.

Salamat Tinggal Sulawesi. Cambiamos de isla.