Del 29 al 7 de Enero
Ruta : Siem Reap- Phnom Penh-Otres Beach- Kep
El dia 29 volamos en un vuelo Bangkok-Siam Reap, en Camboya, lugar que elegimos para pasar el fin de año.
Siam Reap es el pueblo que esconde una de las maravillas de este mundo hecha por hombres: Los templos de Angkor, el mayor complejo de templos religiosos de todo el planeta. Una auténtica joya arquitectónica para disfrutar con todos los sentidos.
Angkor fue la capital del antiguo imperio Khmer desde el siglo X hasta el siglo XIII, un imperio que extendió su dominio desde Birmania hasta Vietnam y del que ahora en Angkor queda el esqueleto de lo que fue este inmenso centro político, religioso y social. Llegó a tener más de un millón de habitantes en una época donde, por ejemplo, Londres tan sólo contaba con cincuenta mil habitantes. A esta civilización, se la conoce también como “ los romanos de Asia”.
Con el pase de 3 días (30, 31 y 1 enero) pudimos recorrer los puntos más importantes de Angkor, aunque fue imposible visitar sus más de 300 templos. Visitamos en total unos 23 de ellos, los padres de Xavi, nosotros y Sothi, nuestro encantador guía que nos hizo disfrutar al máximo de nuestro paso por Angkor.
En el ranking de nuestra lista figuran: el Templo Angkor Wat, emblema y máximo exponente de este imperio; el templo Bayon, uno de los que más nos gustó; Ta Prohm ( o Templo de la Jungla) y Banteay Srei ( o templo de las mujeres). El entorno selvático que rodea todo el complejo es de película.
Nos impactó la inmensa cantidad de turistas que habían elegido este lugar para acabar el año, sobretodo japonenes. La pena de todo esto es que todos los ingresos generados por el turismo en Angkor no recaigan íntegramente al país, ya que Vietnam tiene prácticamente el 60% de los derechos de explotación del conjunto de templos, algo así como una recompensa política por las ayudas del pasado. Suena a broma, pero es la realidad.
La noche de fin de año, una luna llena magnífica brillaba en los templos. Tuvimos cena de gala, donde pasamos un simpático final de año, y donde no faltaron las uvas, fieles a la tradición!
El dia 1 nos levantamos a las 5 de la mañana para ver amanecer en los templos, y así poder celebrar el fin de año occidental para sentirnos un poco más cerca de nuestra tierra.
Angkor es el corazón y alma de este país, una fuente de inspiración y orgullo nacional para todos los Kmeres, pueblo que intenta recuperarse y fortalecerse después de años de terror y trauma.
En la década de los 70 (1975-1979) Camboya vivió uno de los episodios más negros de su historia, después de que el partido Kmer Rojo bajo el liderato de Pol Pot ganara la guerra interna contra el gobierno de Lon Nol y consiguiera el poder.
Pol Pot tenía un sueño revolucionario de convertir Camboya en una utopía agraria inspirada en la revolución del régimen Mao Zetung en China. Este sueño personal de 5 personas costaron la vida a más de 2 millones de personas en menos de 4 años ( ¼ de la población total). En 1975 empezaba el año cero.
Se abolieron los derechos humanos, el dinero, las escuelas, los hospitales, los transportes, la religión, la música, las artes……prohibido todo lo imaginable. Toda persona que hubiera sido bien educada y con estudios fue instantáneamente exterminada. Las famílias fueron separadas y aquellos que sobrevivieron posiblemente murieron después de hambruna, tortura o escaparon del país.
Más de 2 millones de personas ( ¼ de la población) murieron a consecuencia de la política. Una generación enteramente perdida. Mataban a su propia gente. A familias enteras para que no hubiera opción a la venganza futura…incluso a los bebés los mataban a golpes contra un árbol. Atroz.
Las secuelas de todo esto todavía son muy palpables en el país. Solamente hace falta hablar de este período con algún local; todo el mundo ha perdido a un familiar o a un conocido.
El día 2 de enero , nos despedimos de la familia con mucha pena, hemos pasado juntos unos días inolvidables que nos han servido como inyección de vitaminas para seguir el viaje.
Nos dirigimos al sur, a la capital. Phnom Penh, es una capital en pleno desarrollo, económico y cultural…llena de gente joven con ganas de hacer cosas y olvidar el pasado. Es muy grande y muy caótica.
Pudimos conocer el alcance de toda esta masacre gracias a 2 excelentes museos que hay en la capital, en Phnom Penh : el museo S-21 -que en el pasado era una escuela de secundaria y que Pol Pot lo convirtió en un lugar diseñado para detener, interrogar, torturar (las peores formas de tortura imaginables) y matar después de confesión a más de 17.000 presos- y los campos de exterminio de Choeung Ek, donde escondieron y amontonaron cuerpos de bebés, mujeres y hombres después de su paso por la oficina S-21. Toda una mañana reviviendo el horror de estos 2 millones de personas. Salimos un poco trastocados...
Aún así, los camboyanos son gente optimista, que agradecen el mero hecho de estar vivos, y que son todo bondad. Son uno de los pueblos más hospitalarios que conocemos, de fácil sonrisa y con una mirada cautivadora y sin malícia. Nos hemos enamorado de los camboyanos.
Tienen una fisonomía única en el sud-este asiático. Son muy morenos (por su descendencia India), tienen la cara redonda, ojos en forma de almendra, labios gruesos, nariz chata y pelo ondulado.
Después de Phnom Penh nos dirigimos más al sur, a la playa de Sihanoukville. Nos “asustamos” mucho al llegar ya que era un pueblo super turístico, masificado, con altos edificios…muy alejado de lo que esperábamos.
Así que cogimos un tuk-tuk y nos alejamos unos kilómetros a Otres Beach. Menudo cambio! Una playa enorme, tropical, muy hippie, con bungalows muy básicos de bambú y madera, casi tocando a la playa. Mucho mucho relax…llevábamos 3 meses sin ver playa y nos sentó increíble.
Cambodia ahora está empezando a copiar el modelo Tailandés y está promocionando sus islas y playas como complemento a las joyas del interior del país, Angkor. De este modo los tour-operadores pueden ofrecer un pack completo con una mezcla de cultura+playa… Aún puedes encontrar sitios muy auténticos y poco explotados, quien sabe de aquí unos años.
Tras unos días en Otress, cogimos un mini-bus dirección Kep. Un pueblo muy limpio y arreglado para ser Cambodia, ya que el rey tiene una casa allí. También super tranquilo, dormirmos en un bungalow encima de un árbol, muy curioso…con unas visitas también curiosas durante la noche.
Y finalmente el día 7, nos íbamos de Cambodia dirección Vietnam. El traslado a la frontera fue a lo clandestino. Primero tuk-tuk entre arrozales, luego en medio de la nada, nos hicieron cambiar a unas motos. De allí a la frontera bastante salchichera y desierta…y ya estábamos en Vietnam.
Buena suerte camdodianos…os la merecéis.
"Que toda vida es sueño y los sueños sueños son? "
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