"Que toda vida es sueño y los sueños sueños son? "

...

martes, 16 de marzo de 2010

Argentina I. Buenos Aires

Del 24 de febrero al 03 de marzo.

33 horas. Éste fue el total de nuestro vuelo para cambiar de continente el día 23 de febrero, que nos llevó de Asia a Sur-América. Volamos con United Airlines, una compañía americana que nos defraudó por su servicio y su flota. De Tokio volamos hasta Washington, y de ahí otro vuelo de 12 horas hasta Buenos Aires, la capital argentina. En la escala en Washington vimos más personas obesas en 7 horas que en 7 meses en Asia.

Llegamos agotados y desorientados. El choque cultural fue muy muy fuerte; de repente volvíamos a hablar español, la gente nos entendía y teníamos la sensación de haber llegado a casa, por proximidad cultural. Lo primero que hicimos, luego de hacer el check-in en nuestro apartamento y casa por una semana, fue comernos un bife de ternera con papas y una ensalada en una terracita al sol en el centro de Buenos Aires. Por fin volvíamos a saciarnos con un buen plato de carne.

Todavía era verano en Buenos Aires. La ciudad empezaba a recuperar la normalidad y se preparaban para la vuelta al cole el lunes siguiente. El tiempo nos acompañó toda la semana, con una temperatura de unos 25º, un tiempo de lujo después de un mes y medio viajando en el frío invernal de China y Japón.

Nuestros días en Buenos Aires fueron muy tranquilos; aparcamos la guía de viajes y la cámara de fotos, y disfrutamos descansando, comiendo y descubriendo los barrios míticos de la ciudad. Días muy tranquilos, pero no por estar en una ciudad precisamente tranquila. Hoy en día, Buenos Aires es una de las ciudades más peligrosas de Sur-America. La inseguridad en sus calles es el problema más importante que afronta la ciudad, con mucha pobreza y marginalidad que ves en todas partes. El gobierno no se preocupa de este problema, así que va en aumento. La gente de Buenos Aires vive insegura, y así te cuentan en cualquier oportunidad de conversación contigo. Lo que te hace estar alerta en todo momento.

Otro tema que nos sorprendió al llegar fueron los precios. El nivel de vida en Argentina es bastante alto, lo que explica encontrar tanta gente sin recursos. El salario medio de un argentino en la ciudad es de unos 400€, salario que no da ni para comer un fin de semana fuera, donde un menú puede costarte unos 7€ en capital. Así que mucha gente de Buenos Aires no ha tenido todavía la oportunidad de viajar dentro de su propio país, es un lujo que no está a su alcance.

Pero lo que sí tiene esta ciudad es muchísimo ambiente, y mucha cultura. Sí, sobretodo cultura. Tiene una cartelera increíble de teatros, cines, centros culturales y espectáculos musicales varios, cafés centenarios e infinidad de librerías, con mucha compra venta de libros usados.



En las calles mucho bullicio y el tango omnipresente por todas partes. Puedes ver espectáculos gratis en cualquier plaza, en San Telmo o en el Caminito de la Boca.
Los transportes públicos están muy subvencionados por el gobierno y son muy baratos, pero también deficientes. Fue un gran impacto venir del mejor metro del mundo, el de Tokio, y meterte en el subte de Buenos Aires, abarratodo, sin frecuencias ni ventilación y con las diferentes estaciones sucias y sin mantenimiento. Preferimos después de la experiencia en subte, viajar en colectivo (el bus) : )

Recorrimos los barrios más importantes, cada uno con su propia personalidad. En algunos de ellos encuentras varias similitudes con Barcelona, pero por el ambiente también con Madrid. El barrio de Palermo se parece al Born y San Telmo se podría decir que a Gracia. Los argentinos son muy cercanos culturalmente, ya que los orígenes de la mayoría de gente son españoles o italianos.



Uno de los míticos barrios es el de La Boca, deprimido económicamente pero donde encuentras el auténtico folklore argentino, con las casas pintadas multicolor, con la calle “ El Caminito” y el estadio de la Bombonera como principales reclamos. Es un barrio obrero, y bastante peligroso, pero tuvimos la oportunidad de recorrerlo sin problemas e incluso de ir a ver un partido del Boca Juniors en el legendario estadio de Maradona.



Conseguir las entradas fue una experiencia en sí misma, con muchos trapicheos y con algo de riesgo, ya que la corrupción en Argentina la encuentras a todos los niveles. Nuestras entradas eran invisibles, y después de pasar de un tío a otro, al final las barreras del estadio se abrieron para nosotros, así como por arte de magia con dinero bajo manga. Y allí estábamos, con la mejor afición del mundo, le llaman el jugador número 12. En Argentina les llaman las barras bravas y están relocos, mejor no cruzártelos fuera del estadio, porque son unos liantes peligrosos. Eso sí, se pasan cada minuto del partido dejándose la voz cantando y bailando. El estadio es una fiesta y tienen un repertorio enorme de canciones. Para un buen aficionado al fútbol es una experiencia inolvidable…el partido en sí fue aburridísimo, ya que en el fútbol argentino juegan al ralentí, pero el espectáculo fue la grada que se vino abajo cuando boca marcó. Dale Boca.



Aquí al pobre Messi no le quieren mucho, le presionan y critican bastante. Para ellos Maradona, solo hay y habrá uno en la historia.

Fue curioso encontranos por casualidad con un amigo del colegio de Tania, el Teix, que justo llegaba a Buenos Aires de vacaciones. Estuvimos la tarde juntos, ya que hacía más de un año y medio que no nos veíamos. Qué pequeño es el mundo.....



Después de una semana ya empezamos a aclimatarnos a Sur-América después de tanto tiempo en Asia. Empezamos a sentirnos a gusto.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Japó II

Tokio

Del 16 al 23 de Febrer

El dia 16 de febrer vam arribar a Tokio, la mega-metròpoli més futurista del món, procedents de Takayama. Vam sopar un bento i a dormir. Els bento són caixetes de menjar preparades per menjar mentre camines, treballes o et prens un descans a la feina...ja que ni tenen temps per menjar. Normalment conté arròs, makis, o pollastre, i altres petites tapes.

Pel matí ens vam aventurar per la xarxa de metros. La xarxa de metros i trens a Tokio és brutal. Arriba a tot arreu i conecta tots els racons de la urbe. És ultraneta, ultapuntual...i això fa que sigui el mitjà de transport més usat pels 30 milions de persones que viuen a Tokio i àrea metropolitana, gairebé res. Sempre va ple. Al matí que és quan van més abarrotats, hi ha vagons per dones, per evitar roces desagradables, que els japos són molt “pervertits” amb aquestes coses.

Tot i els 30 milions de persones que circulen, la ciutat i tot el mobiliari està impecable, impossible trobar una cigarreta o paper tirat pel carrer. Els japonesos són maniàtics de la neteja personal i ambiental, i es veu a simple vista. Els serveis de les estacions estan tot el dia impecables (casi igual que a la Xina...), i hi ha dones que netegen freqüentment inclús tots els racons de les escales mecàniques on la gent hi te contacte amb les mans. No oloren però a colònia, ja que segons ells si et poses colònia és per amagar alguna cosa.

Una altra de les coses que salta a primera vista és el respecte de tots els japonesos, entre ells i amb els demés. Japó és també el país de les normes; tot està perfectament regulat i processat.

Així vam agafar la Yamanote line inclosa al Japan Rail, i vam anar a Tokyo station. Vam visitar el Palau reial, des de fora, i ja vam poder veure els primers cirerers florir, o sakura en japonès. És una autèntica obsessió el que tenen tots els japonesos amb el florir d’aquests arbres. Inclús a les notícies tenen una previsió diària de l’estat de les flors de tots els arbres del país. Él sakura és un dels símbols del Japó, junt amb el Monte Fuji.



Després vam visitar el famós barri de Ginza, el barri més selecte amb les botigues de super luxe. Cada edifici pertany a una marca de luxe, i els propis edificis són mereixedors d’una visita encara que no siguis un arquitecte, com l’edifici d’Hermès, de Channel o de Dior. Zara és ja un participant important d’aquest barri, amb un posicionament molt més premium que a Espanya.



Ginza va ser el primer barri a modernitzar-se de Tokio, que va voler seguir l’estil occidental de bulevars i carrers. Així que, quan t’hi passeges, podries pensar que estàs a Paris, Londres o Barcelona.

Vam dinar a un Yoshinoya, el fast food japonès, i vam anar al cor de Tokio, el barri de Shibuya. És el que et ve al cap quan penses en Tokio: llums, pantalles gegants, so d’ambient, botigues i mooooooolta gent. Aquí és on hi ha el Shibuya cross, la cruïlla en la que per minut hi passa més gent del món. A cada semàfor centenars de persones d'un cantó i de l'altre de
l'encreuament s'hi troben.



Shibuya és un barri amb molta vida, frenètic, ens va encantar. Vam anar a un fotomaton on van totes les adolescents japoneses super maquejades i vestides per l’ocasió van a fer-se fotos i després retocar-les a la pròpia màquina de la manera més freak possible.



El dia següent ens vam aixecar a les 4.30am. Estava caient una nevada tremenda, però igualment vam anar al Tsukiji market, el mercat de peix més gran del món, on es ven més producte fresc...qualsevol cosa que vingui del mar la pots trobar, en tamanys gegants. I on a les 5 del matí es fa la subasta de la tonyina. Milers de tonyines de 50 i 60 kilos a la venta i centenars de persones apostant per comprar-les.



Vam donar una volta pel mercat, casi morim atropellats, els treballadors no s’estan per tonteries. Després vam anar a esmorzar sushi a un dels restaurants dels carreronets del mercat, en els que no hi caben més de 6 persones. El peix més fresc, i el millor sushi que hem menjat mai. Ens vam posar les botes...i a les 8 del matí a dormir altre cop.




El més fàcil per moure’t per Tokio és dividir-lo per barris, ja que cada barri és molt gran i cada un té la seva pròpia atracció. A la tarda vam anar a Harajuku. Vam baixar pel famós Takeshita Street, ple d’adolescents fanàtics de la compra i on els caps de setmana s’apleguen els més freaks de la ciutat, disfrassats dels seus ídols manga.

De Takeshita vam anar a Omotesando i després Meiji Dori fins a Shibuya. D’allà metro altre cop fins a Roppongi. És el barri més occidental, amb molts bars i clubs i ple de restaurants amb menjar de tot el món.

Vam tornar a sopar bento al Lawson, una cadena de supers 24h. Tokio funciona 24 non stop, pots trobar de tot a qualsevol hora. Et pots fer les ungles a les 5 del matí o anar a una sala de màquines o anar a un love hotel... Molts japonesos viuen fora de la ciutat, a més de 2 hores. Els horaris de feina són una bogeria, treballen 12 hores mínim, i molts no tenen ni temps de tornar a casa seva, o van massa borratxos per tornar ja que els hi encanta anar de bars amb la gent de la feina quan surten de treballar. D’aquest lifestyle van néixer els hotel capsula, on llogues un llit càpsula per hores. Currar+dormir+currar...

El dia 19 ens vam llevar altre cop a les 6 del matí. Volíem veure l’esport per excel•lència del Japó, el sumo. Al mes de febrer no hi ha torneig, però ens vam assabentar que hi han els anomenats estables (heya), els llocs on viuen i entrenen els lluitadors. Són de molt difícil accés, no són turístics, i a molts no et deixen assistir si no vas acompanyat d’un japonès, i per tant vam necessitar l’ajuda d’un free guide japonès perquè ho arrangés i ens acompanyés.

Vam anar a l’estable Sadogatake-beya, situat als afores de Tokio. És un dels estables més importants del Japó. D’aquest beya han sortit yokozunis, els grans campions d’aquest esport,i dels que només hi ha hagut 58 a tota la història.
L’estable Sadogatake té actualment 4 lluitadors professionals, i un campió del “2n ranking” , el búlgar Ozeki Kotoohsohu, que lidera tot el grup. És tan famós que després de veure’l entrenar en directe, l’hem vist a campanyes publicitàries per tot Tokio. El mèrit d’aquest lluitador és com ha conseguit fer-se un nom i fer-se respectar al Japó i a un esport tan tradicional japonès.




L’espectacle de l’entrenament és impressionant. És un esport d’homes de honor, respecte i de molta tradició. Els lluitadors, no només han de ser bons lluitadors al ring, sino que també han d’honrar el país, l’esport, i comportar-se com un exemple a seguir. Sino se’ls pot expulsar de la competició o retirar-los-hi el títol, com ha passat amb l’actual gran champion mongol per perdre els modals quan bevia alcohol.

La vida dels lluitadors quan no competeixen es basa en entrenar pel matí i la resta del dia se’l passen menjant, menjant i descansant per guanyar el màxim de pes possible. Arriben a pesar 160-170 kg. I el veure 2 bèsties de 160 kilos xocant un contra l’altre davant teu, és brutal. El soroll és com de una colisió de trens.

Després vam visitar el barri de Okimachi, i Ueno i el seu parc ple de museus. Volíem veure el panda Ling Ling, però va morir l’any passat :(. Per la tarda vam anar al barri de Akihabara, el barri de la electrònica i els gadgets en origen, però que ara comparteix lloc amb els otakus, els manga, i els maid cafès ( bars on ets servit per noies disfrassades de símbols manga). Tot són botigues atestades de gadgets i botigues de còmics i accessoris manga. Una mescla estranya que fa que sigui un barri únic al món.



Els japonesos són els creadors i exportadors del manga i està present a tot el país. Totes les indicacions, senyalització als transports i als carrers, i publicitat, està inspirada en el manga. Hi ha un veritable culte al manga i als seus personatges, i les botigues plenes de accessoris, còmics, ninotets... així ho demostren. No només adolescents, també hi ha sobretot molts adults llegint còmics al metro i fent culte a aquest art.

Per la nit vam “catar” la nit de Tokio. Primer van anar a un dels mini bars, amb capacitat per 8 persones, de sota la via del tren a Shibuya, on eram nosaltres i dos japonesos, que van venir-se amb nosaltres després al Womb. Un dels clubs mítics de la ciutat. Festa electrònica entre japonesos. El metro de tornada a les 6 del matí estava tan ple com a les 5 de la tarda.

Al dia següent vam anar al barri de Shinjuku, conegut per la famosa película Lost in Translation. Un barri també molt comercial, i una espècie de barri vermell. Vam anar a un dels clàssics Pachinko. Els Pachinko són sales de màquines de 4 i 5 pisos, que només entrar et quedes totalment sord del soroll, i on els japonesos es passen hores donant-li al vici. El negoci dels Pachinko mou més milions que el negoci de l’acer al Japó...el que demostra el nivell de vici que té aquest país. Treballen tant i estan tan pressionats socialment, havent de complir tantes normes implícites, que han d’esvair-se com poden.



Després vam anar a un karaoke. Una altre dels llocs de oci clàssics i ultrapopulars del Japó. Vam fer unes bones rises.

El dia 20 van marxar l’Arturo i la Vane cap a Granada. Al matí vam anar al pont del parc de Yoyogi, just on hi ha l’entrada a un dels temples més importants del Japó, on es concentren cada diumenge al matí els adolescents japonesos més freakies disfrassats. Vam veure de tot, vaya personatges. Un altre exemple dels contrastos i les coses estranyes de la societat japonesa...i que fa que sigui tan xocant i atractiu.
És un dels països que hem visitat on segur ens agradaria viure-hi un temps.




Després ens vam dedicar a passejar pel Harajuku i Shibuya i fer un sopar de comiat a uns dels teppanyaki tradicionals de “ fes-t’ho tu mateix” on vam tornar a assaborir per últim cop els deliciosos okonomiyaki.

I el dia 23 era el nostre últim dia a Japó i a l’Àsia, després de gairebé 7 mesos. Molt tristos per deixar aquest continent que tant bé ens ha tractat i del que hem après tant. Marxem enamorats de la seva gent.

40 hores de viatge i estarem a la altra punta del món.

Argentina, dále.

domingo, 28 de febrero de 2010

Japó I

Del 10 de febrer al 23 de febrer

Ruta: Tokio-Kyoto-Nara-Takayama-Tokio

Yokoso Japan!

Últim país d’Àsia en el nostre viatge, i no podíem marxar d’ altra millor manera que visitant un dels països més autèntics i sorprenents del continent asiàtic : el Japó. Un país on la cultura més tradicional conviu amb la més avançada modernitat creant un contrast increïble, que va superar les nostres expectatives i ens va sorprendre a cada minut.

El dia 10 de febrer, vam arribar a Tokio Narita amb un vol procedent des de Hong Kong. Per primer cop algú ens esperava a l’aeroport en aquest viatge : els nostres amics de Granada, la Vane i l’Arturo amb cartell de benvinguda inclòs.

Vam activar el Japan Rail, el pass per viatjar amb tren per tot Japó, i que val molt la pena si vols moure’t pel país ja que els transports són molt cars, i vam anar direcció Tokio. Ens va costar arribar a la parada de metro de la nostra guesthouse, ja que moure’t pels metros i trens japonesos és una aventura, però més fàcil del que pot semblar, primer per la extrema amabilitat dels japonesos, que fan l’impossible per ajudar-te i segon perquè molts cartells estan ja en alfabet occidental.



El segon dia vam agafar el tren bala Shinkansen, a més de 300km/h direcció Kyoto, al centre del país i la capital cultural del Japó. La xarxa ferroviària japonesa pot presumir de ser una de les més eficients i avançades del món, i anar en tren bala és una experiència en sí mateixa. Els trens i metros són tan puntuals que funcionen al segon.

Vam arribar al ryokan (hotel típic japonès) amb l’ajuda d’una família després de 40min caminant sense rumb ja que les indicacions d’aquesta guesthouse no oferia cap tipus de referència. Aquell dia el vam dedicar a explorar una mica la ciutat i assecar la roba, ja que vam arribar xops.

Kyoto va ser la capital del Japó durant més de 1000 anys, fins l’any 1868, quan la capital va passar a Tokio en l’anomenada Revolució Meiji. Té un gran patrimoni, i per això va sortir airosa de la guerra, sent l’única ciutat que no va ser bombardejada...conserva tota la arquitectura antiga difícil de trobar a molts llocs de Japó.



Té alguns dels temples budistes, sintoistes, jardins i palaus més importants de tot el país. És on pots viure i veure de més aprop la cultura tradicional japonesa , sempre convivint amb la màxima modernitat actual en la que viuen els japos. Una de les ciutats més maques d’Àsia.

El primer dia vam visitar el palau reial, molt reconstruït. També vam visitar el castell de Nijo, construït com a lloc de residencia del shogun Tokugawa, els governants militars del país, o també coneguts com a samurais. Pura arquitectura zen, amb portes que són panells laterals que creen diferents espais, tatamis, i un terra fet a proba de ninjes, ja que el castell té els anomenats “ suelo del ruiseñor” que al trepitjar fa un soroll com a ocells piulant per informar el castell de possibles intrusos.

Després vam visitar el barri de Gion, el barri antic per excel•lència. És el barri que conserva l’arquitectura de fusta més tradicional de Kyoto i on encara pots trobar-te amb les poques geishes i les maikes ( aprenents de geisha) que queden al Japó.
Les geishes son una casta de dones particularment escollides, que dominen l’art de la conversació, la música, la poesia, els jocs d’atzar, literatura, ikebana, la cerimònia del té, la dansa.......el seu ofici és entretenir als senyors, sobretot homes de negocis, que sol•liciten els seus serveis, amb honoraris que poden arribar fins a 3000 dòlars per una nit. És un ofici molt respectat i venerat i són una part molt important de la cultura del Japó. Te les pots creuar pel carrer amb algun client, tot i que no es deixen veure gaire per el carrer.

El barri de Gion té també carrers mítics com el carrer Pontocho, un carreret de no més de 2m d’ample però conté una vida nocturna de les més animades de la ciutat amb molts bars, restaurants i ochayas ( cases per prendre el cerimoniós té verd japonès). Els carrers del barri són típicament japonesos, amb cases amb portes corredisses de fusta que deixen només deixen entreveure el que hi ha dins...pel que fa difícil saber si entres a un restaurant o un bar de cites.



Per la nit, vam sopar a un Kaitenzushi, un tren de sushi giratori. Aparentment, el funcionament per menjar és fàcil; tu agafes el que vols menjar del tren giratori i a menjar. Però teníem una pantalla d’ordinador en el que havíem d’anar registrant tots els moviments, i sense anglès, tot era una mica còmic, ja que no aconseguíem fer-lo funcionar. Vam acabar tirant te en pols al sushi. Al Japó res funciona com creus.

Per sort els restaurants tenen exposats ficticis de tots els plats de la carta, així que només has d’anar i assenyalar el que vols.

El dia següent vam invertir tot el dia a visitar amb bicicleta alguns dels temples i jardins més importants de la ciutat.

Els japonesos estimen profundament la naturalesa i viuen en consonància amb ella. Un dels màxims exponents d’aquesta passió per la natura, son els seus jardins, tant secs com humits.

Vam visitar el jardí sec Daisen-In, del S.XVI. És un dels jardins zens més importants del món. Els jardins zen japonesos son inspiradors arreu del món. El creador de Daisen-In va intentar expressar en aquest jardí l’esperit del zen a través només de roques i sorra.
És un espai de simbologia màxima del cicle de vida, des de la creació fins a ho més etern, simbolitzat per l’oceà sense roques, que són els obstacles de la vida. La calma que es respira en el jardí és com per quedar-te a meditar unes hores. Se’t ordenen les idees.



Després vam apropar-nos fins a Kinkaku-ji, o el temple del pavelló dorat, el temple símbol de Kioto. El va construir un shogun del S.XIII com a villa particular, però després va voler convertir-lo a temple, i volia que fos de bellesa màxima....i ho és.



També vam anar el temple Nanzen-ji, el preferit de molts locals per el seu gran entorn, i amb algunes de les pintures més famoses de algunes de les escoles més importants de la pintura clàssica japonesa, com la pintura del tigre de l’escola Kano. També té un jardí zen sec molt relaxants visualment. Passejar per dins els temples i cases tradicionals et transporta al Japó mil•lenari i a un món de perfecció.



El dia 14 vam fer una excursió d’un dia i vam viatjar a una hora de Kyoto fins a Nara, ciutat que també va ser capital del Japó al segle VIII. Conté molts temples i sobretot cérvols, l’animal símbol de la ciutat. Alguns dels punts d’interès més interessants d’aquesta ciutat estan dintre del parc de Nara, replet de centenars de cérvols que son com un habitant més de la zona. Estan per tot arreu, i són uns viciosos del menjar. Els cérvols simbolitzen la gran harmonia entre arquitectura i naturalesa.
A Nara vam dinar a un teppanyaki, i on vam probar els okonomiyaki, les famoses truites japoneses a la planxa feta d’ingredients que tu tries, a més de menjar els deliciosos yaki-soba i yaki-udon, els tradicionals fideus japonesos.



Per la nit tornem a Kyoto. Vam sortir a sopar i on per casualitat vam anar a parar a un bar molt underground que es diu La Siesta. El bar és molt freaky, ple de videojocs de fa mil anys i game boys gegants. Estaven fent una festa, en la que uns quants freaks feien un live de música electrònica amb la música que havien creat amb les seves Nintendo DS. Molt autèntic, una festa inesperada i que ens va agradar molt.

El dia 15 agafàvem de nou un tren cap a la regió de Gifu, els Alps japonesos. El trajecte en tren ens va oferir uns paisatges espectaculars travessant les muntanyes. Al tren ens vam posar fins de onigiris, les típiques boles d’arroç farcides de salmó, tonyina, carn o vegetals. L’arribada al nostre destí, el poble de Hida-Takayama, va ser una de les més maques de viatge i també de les més fredes, estava nevant moltíssim!! Després de gairebé 7 mesos, no havíem vist la neu enlloc. Tot estava completament blanc.




Aquí vam passar-hi dos dies assaborint l’aire fresc, cases tradicionals samurais, un poble super tranquil , els onsen ( banys tradicionals japonesos) i el ryokan més maco al que hem estat al país.



Els onsen són una pràctica molt popular i assequible per a tots els japonesos. Ho utilitzen com a teràpia per la salut, i potser aquesta és una de les raons per la qual els japonesos són el poble amb l’esperança de vida més elevada del món, amb 82 anys de mtija. Aquestes pràctiques saludables, amb una gastronomia de les més sanes i bones del món, son alguns motius d’aquesta gran longevitat.
Ens va agradar molt l’experiència de banyar-nos l’ aire lliure amb tot nevat al voltant entre els japonesos, que fan veritable vida social als banys.

Vam visitar un temple en mig del bosc ensorrat en la neu...molt místic. També vam anar a una casa típica samurai del periode Edo, la única casa de gobernadors autèntica que queda a tot el Japó d’aquest estil.Preciosa.




De Takayama, vam agafar un altre tren bala cap a Tokio. Ràpid arribem.

lunes, 22 de febrero de 2010

Xina: YunnanII + Hong Kong

Del 4 al 10 de febrer
Ruta: Shaxi – Dali – Kunming - Hong Kong

De Lijiang vam anar cap a Shaxi, un poble que per sort ni surt a les guies.

Vam tenir problemes per trobar bitllets ja que s’acosta el 14 de febrer, el any nou xinès i any del tigre. Durant la setmana del any nou, hi ha 2,5BILIONS de desplaçaments a la Xina...el major èxode mundial de població. Tot es col.lapsa, impossible trobar bitllets, ni moure’t. Per sort estarem a Japó.

El 2010 a més serà l’any en que la Xina es convertirà oficialment en la segona potència mundial...no creiem que tardi molt en ser la primera. Aquest any es compleixen 60 anys del partit comunista al poder, un número de bona sort i bons presagis segons la cultura xinesa. Per això creuen que en els pròxims 60 anys seran la superpotència mundial indiscutible. Tot el país treballa per a què així sigui...tot i que això provoqui desigualtats, repressions, pèrdua de llibertats, controls...



Vam arrivar a Shaxi i per trobar un lloc on dormir va ser divertit ja que ningú ens entenia. És un poble sense infraestructura turística (encara). Té tota l’essència de Lijiang, però afegeix tranquilitat infinita. Actualment està en ple procés de restauració ja que és l’últim poble que perdura de l’antiga caravana del Te.

La caravana del Te unia el Tíbet i el Yunnan passant per India i Birmània. La ruta va estar en funcionament uns 1000 anys desde el segle VII i servia per comerciar amb te, sucre, sal i cavalls. Shaxi per tant ha rebut influència molt diversa, el que fa que sigui un poble amb molta riquesa cultural. Vol convertir-se en un destí d’ecoturisme de la Xina.




A la zona de Shaxi hi viuen la ètnia Bai ( el 90%)i els Yi.

De Shaxi i després de més hores en busos locals xinesos, arribem a Dali, el primer paradís backpacker de tota la Xina. És un poble antic, avui en dia ja molt remodelat, des d’on es poden fer moltes excursions pel llac Er Hu i fer trekkings per les muntanyes.

Vam voler estar tranquils i prendre’ns-ho amb calma i ens vam apuntar a unes classes de yoga. Així que vam dedicar els 2 dies a exercicis de respiració, meditació i estiraments, i a jugar amb 2 gossos golden retriever gegants i supercarinyosos de la nostra guesthouse.




De Dalí, vam tornar a Kunming; aeroport i vol a Hong Kong via Shenzen.

Des de Shenzen, vam agafar un bus que et creua directament la frontera.

Hong Kong s’ha reintegrat a la Xina fa uns 13 anys aproximadament, quan els anglesos van cedir la colònia a la Xina i ara manté un estatus de regió administrativa especial conegut amb el nom de *Un pais, Dos sistemes* amb frontera i sistemes daduanes independent, moneda ( Hong Kong dollar), llengua pròpia, el cantonès, cooficial amb langles i cultura diferent respecte a la resta de la Xina. La seva geografia a més és molt especial i Hong Kong té vàries illes, algunes ultra poblades i altres gairebé desertes i sense vehicles.

L’empremta anglesa és molt evident en tots els aspectes, des dels transports a la organització i netedat dels carrers, al funcionament de les coses, que normalment funcionen a la inversa del que estem acostumats, com per exemple, pagar el ticket dels transports al sortir i no a l’entrar , i també als preus, ja que Hong Kong és una ciutat cara en relació a qualsevol altra gran ciutat aisàtica, a part de Tokio, és clar.
La ciutat disposa d’una infraestructura de comunicaciones immillorables, amb wifi gratuïts a molts espais públics com el mateix metro, o panells d’informació pels carrers on t’informen de la previsió del temps i altres dades d’interés.

Quan es pensa amb Hong Kong, inevitablement et ve el cap que és un paraís de botigues de luxe i duty free, consumisme 100% i molts gratacels que dominen l’espai. I així és; la illa de Hong Kong té un dels skylines més impressionants que existeixen, i que pots veure amb una panoràmica fantàstica des de la península de Kowloon o també atravessant el Victoria Harbour amb el star ferry. Segons el National Geographic, una de les 100 coses al mon que no et pots perdre.




Cada dia a les 8 de la tarda, tots els edificis més representatius ofereixen un espectacle de llums a tots els que vulguin acostar-se al port. Més que l’espectacle en sí, una mica kitck, el que ens va fascinar és la idea de portar a terme una activitat d’aquest tipus, posant d’acord a tantíssima gent i empreses diàriament. Una bona activitat de marketing de la ciutat.

Hong Kong és una ciutat de contrastos, ja que tens per una banda una regió tradicionalment xinesa, però que va ser colònia anglesa durant aproximadament 150 anys, i el resultat és una barreja molt interessant. A la illa de Hong Kong es troba el districte financer, el dels gratacels, és una zona en constant ebullició, una ciutat que no descansa; et trobes gent per el carrer a totes hores, ja siguin les 9 del matí que les 5 de la matinada. És curiós que a les mateixes faldes dels gratacels pots trobar-te carrers diminuts amb tota la essència asiàtica : parades del menjar al carrer, mercats ambulants i caos típicament asiàtic. Hong Kong no dorm mai.



Però també és sinònim de naturalesa i zones verdes. És el que no esperàvem trobar-nos aquí. La major part de les illes són parc natural, el que crea grans pulmons de zones verdes, en percentatge un dels mes alts a Asia. També s’hi troben platges i pobles pesquers per esvaïr-te de tants neons, com per exemple a la illa de Lantao, on vam visitar el buda sentant més gran del món. Inclús s’hi poden trobar illes on inclús no hi han vehicles motoritzats o Disneyworld.

Hi viuen uns 7 milions de persones, repartits entre península i les illes habitades, que en són 3 ó 4. La densitat de població és una de les més altes del mon , amb una densitat mitja de 6.300 persones per km2 ja que la majoria de zones residencials són edificis altíssims de fins a 50 pisos, amb 10 u 11 portes per pis.



La gent és físicament molt diferent als xinesos; més delicats, més respectuosos i la majoria parla l’anglès, cosa que vam agraïr moltíssim venint del Yunnan. Hi ha una barreja cultural molt interessant, amb moltes colònies de hindús, africans, xinesos i molts blancs també, sobretot americans que treballen a empreses de finances i de consultoria de la ciutat.

El dia 10, a les 6 del matí, ja estàvem a l’aeroport de Hong Kong per embarcar a un vol Xina Airlines camí de Tokyo, amb escala a Beijing.
Japo, ultim pais dAsia.