El dia 31, tras el descenso del Rinjani nos fuimos directamente a Bangsal. Es un pueblo en el nord-este de Lombok que sirve como lanzadera hacia las Gili. El barquito no zarpa hacia las islas hasta que no está lleno. Puedes incluso esperar 3 horas hasta que se llene…tuvimos suerte y en 20 minutos zarpamos. Hacia las 16h llegamos a Gili Trawangan, 45 minutos con muy mala mar; los niños llorando de miedo y Belen callada nos confirmaban que aquello no era un plácido viaje en barquito, más bien era un Dragon Khan.
Las Gili son 3 islitas paradisíacas en el nord-oeste de Lombok. Son pequeñas (en una hora te las recorres a pie), sin policía, sin coches, sin motos, con aguas turquesas, muy buen buceo y muy liberales. Les llaman la pequeña Jamaica. Gili Trawangan tiene mucha fiesta, pero justamente estuvimos en pleno Ramadan, por lo que casi no había fiesta, a las 3 de la mañana todo lo que se oía era el canto a la oración del imam. La gente se mueve a pie, en bicicleta o en coches de caballo. Parece que el consumo de marihuana y setas alucinógenas es legal en estas islas ya que te lo ofrecen en cualquier esquina. “We send you to the moon”, dicen los menus de los bares. Son unas islas muy auténticas… y muy turísticas.
Son tan turísticas que en agosto, era imposible encontrar alojamiento, los precios se triplicaban. Una habitación de 100.000 IDR (unos 10 dolares) podía valer 400.000 IDR (unos 40 dólares). Por suerte en setiembre estaba bajando el precio.
Encontramos un pequeño oasis que nos sirvió para caer muertos tras la paliza del Rinjani. Los siguientes 2 días nos dedicamos a recuperarnos y a caminar por la isla…jalan-jalan. Hay muchos bares, restaurantes, escuelas de buceo…algunos con más encantos que otro. El día 1 por la noche cerramos Gili Trawangan. Fuimos a cenar y acabamos de fiesta hasta que cerró el reggae bar donde estábamos… El bar se llamaba Sama-Sama y cada noche tocan música reggae en directo.
La parte oeste de la isla es mucho más tranquila y con mucho más rollo. Bares con más encanto, con cierto aire ibicenco, música chill, buenas playas.
El día 2 Belén y Fernando se fueron hacia Bali. Como nuestra cabeza no estaba para muchos trotes a la tarde fuimos a un cine al aire libre, luego sama-sama café y a dormir.
El día 3 cogimos un barquito que circula entre las 3 islas, dirección Gili Air. Así como Gili Trawangan es la más fiestera, Gili Air es la más auténtica, la más natural y muchísimo más tranquila. Solo llegar a Gili Air respiras tranquilidad. Menos turistas, sitios mucho más tranquis, más parecido a lo que para nosotros es un lugar para pajarear más tiempo.
El buceo es brutal en esta isla. Estuvimos jugando con una tortuga de un metro un buen rato a 20 metros de la orilla. Fue impresionante. Hay bancos de peces multicolor, peces globo, peces ángel, barracudas, peces de metro y medio…
Dejamos pasar el tiempo un par de días en Gili Air, super relajados y encantados de la vida y el día 5 por la mañana nos movimos dirección Bali. Ese mismo día llegaba Quim y teníamos que ir a recibirle a Kuta Bali (o Lloret de Mar Bali). Buscamos la opción más barata que consistió en: barco de Gili Air a Bangsal (30min), autobús de Bangsal a Lembar (en el sur de Lombok)(2 horas), ferry de Lombok a Padangbai en Bali (5 horas), autobús de Padangbai a Kuta Lombok (2 horas)…en total junto con las esperas unas 13 horas. Pero finalmente llegamos al paraíso turístico de Asia, Bali. Y parece que entramos por la puerta de atrás ya estar en Kuta Bali es como no estar en Bali.
Bye Bye Paradise, hello Lloret de Mar…sin alemanes e ingleses borrachos, pero con australianos y americanos más borrachos todavía.
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