"Que toda vida es sueño y los sueños sueños son? "

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miércoles, 28 de octubre de 2009

Birmania

Ruta: Tachilek - Kentung
Fecha: Del 21 al 24 de octubre


Con lo grande que es el mundo hay que escoger muy bien los países o sitios dónde volver. Nosotros lo tenemos claro, Birmania. Uno de los pocos países que por su forma de vida, te transportan un siglo atrás.

El día 20 de octubre cogimos un mini bus desde Chang Mai hasta Mae Sai, la ciudad más al norte de Tailandia y prácticamente el único paso fronterizo por tierra abierto con Birmania.

Llegamos a la frontera, y pasamos el check point de Tailandia sin problemas. Cruzamos andando el puente de la amistad, y ya estábamos de nuevo en Birmania…y lo hubiérmos sabido incluso con los ojos cerrados, pues recordamos aquél olor tan característico a betel de este país en el primer minuto de estar en él. En el check point de Birmania, empiezan los trámites y las cosas extrañas que hacen de este país una República Bananera (dónde vive la mejor gente que hemos conocido en Asia). Al llegar a la parte birmana, te llevan al departamento del ministerio de turismo. Allí empieza el surrealismo. Una mujer del departamento se queda tu pasaporte. A cambio te dan un papelujo que será nuestro pasaporte en Birmania. Este papel va acompañado de mil fotocopias que habrá que ir entregando en cada check point de la carretera. Además este nuevo pasaporte, sólo nos permite ir a Kentung (la capital del estado shan) por carretera, y sin salirnos de la carretera. Sólo podremos dormir en Kentung, podremos hacer trekkings por la zona, pero antes de las 5 tendremos que estar de vuelta, sino empiezan los problemas. Si queremos ir a otro sitio de Birmania…no podemos, si quieres alquilar un coche e ir más al norte, con este visado no puedes. Y pobre de ti que lo hagas…o pobre del conductor que te lleve. Así que obtuvimos el visado/pasaporte de 14 días sólo para Kentung. Tuvimos que confiar en la burocracia birmana y dejar allí nuestro pasaporte original. Terror.

Para no dormir en Tachileck, la ciudad fronteriza con Tailandia, y donde no hay nada que ver, cogimos directamente un taxi compartido hacia Kentung…otras tantas horas de viaje, el paisaje es increíble por suerte. Durante el trayecto de unas 3 o 4 horas pasamos por unos 5 checkpoints. En cada check point varios policías vagos y barrigudos nos sellaban el nuevo pasaporte/hoja de papel. El motivo de todo esto es que nos adentramos en el estado shan. Es el estado más grande de Birmania y el que está en conflicto permanente con la Junta militar para logar su anhelada independencia. Ojalá alguien derrote algún día a la Junta y les envíe al infierno. Los enfrentamientos son diarios y terribles. Además una de las fuentes de financiación de los shan son las plantaciones de opio que están por estas montañas.

Finalmente llegamos a Kentung…nos alojamos en Harry’s Ghesthouse, una guest house agradable que lo lleva una mujer a lo Carmen de Mairena simpatiquísima, con su séquito familiar de hijos y sobrinos arriba y abajo todo el día bajo sus órdenes.

Al día siguiente nos alquilamos unas bicis (ya que en Birmania un turista no puede conducir ningún vehículo a motor…no sea explores demasiado y veas como la Junta tortura y oprime a la pobre gente…y luego se lo cuentes a tus amigos y se entere todo el mundo) y nos fuimos a recorrer Kentung.



Es un pueblecito pequeño, destartalado, muy auténtico, se notaba que estábamos de nuevo en Birmania. Tiene mucha influencia china y thai, por proximidad. Lo más llamativo es el mercado, donde acuden todas las mujeres de las tribus de las montañas a comerciar. Vimos mujeres de varias tribus, vestidas de forma autóctona… no para los turistas! Después de comer nos colamos en un monasterio budista perdido y estuvimos jugando a hacer volar cometas con los monjes novicios más pequeños. Prácticamente no podíamos entendernos ya que no hablaban inglés, pero lo que sí entendimos bien era cuando se referían a la Junta y el ejército : Pum-Pum! .



Al día siguiente nos fuimos de trekking. A las 7.30 nos pasaron a buscar 2 motos y nos fuimos dirección las montañas para entrar en contacto y conocer algunas etnias. Son birmanas, pero muchas provienen de china, y algunas como los akha se pueden encontrar también en el norte de Tailandia.

Antes pasamos por el mercado para comprar medicinas, jabón y algún caramelo para los niños (le dijimos al guía de comprar cepillos de dientes, y nos dijo que se ofendían si se los llevábamos!) Al primer poblado llegamos más o menos en moto. Era un poblado AKHA.

Los Akha se caracterizan por llevar un gran gorro pesado lleno de monedas. Esto es debido a que creen que los billetes no valen nada. Por tanto se los gastan todos y sólo guardan las monedas. Estos gorros valen una fortuna, por eso nunca se los quitan. Los más adinerados, se lo hacen todo de plata. Viven en cabañas, y los hombres y mujeres duermen separados. Los niños no tienen nombre, sus padres les llaman “niño” y “niña” y van a la escuela. Son una tribu elegante. Antiguamente nos explicaron que vivían junto con los espíritus, pero estos les empezaron a robar los huevos y los pollos y desde entonces, unos viven en las casas y los otros en la jungla…el territorio lo marca una gran puerta de madera a la entrada del poblado, para protegerles de los espíritus.



Después caminamos un rato montaña arriba y llegamos a un poblado ENG perdido. Nos paramos a descansar en casa del jefe del poblado. Todo respiraba muy auténtico, aunque muy pobre. … Los ENG nos parecieron muy cañeros.

Van vestidos de negro, y mastican unas hojas para tener los dientes negros siempre. Esto lo hacen para diferenciarse de los perros! No sea que alguien les confunda. No saben leer ni escribir, y no quieren que los niños vayan a la escuela. Se duchan una vez al mes y se ofenden si les llevas cepillos de dientes. Cuando un hombre del poblado está enfermo, matan a un perro y cuelgan los huesos en una casa especial…así creen que se recuperará. Si la enferma es una mujer, matan a un murciélago. Además, cuando hay luna llena, todos los niños duermen juntos en una casa para evitar coger enfermedades. Una vez al año se visten de blanco, y ese día no comen carne.




Seguimos el trekking, parando para comer entre los arrozales y llegamos a otro poblado Eng. Es impresionante ver la dentadura negra como el carbón cuando te sonríen, un rollo siniestro total.

De vuelta le pedimos al guía de parar en un poblado Palaung…íbamos justos de tiempo ya que no quedaba mucho para las 5, pero accedió. Los Palaung son un poco más avanzados y ricos. Viven también en cabañas pero algunos jóvenes ya van a la universidad en kentung . Sin embargo los yai (abuelitos en thai) conservan las tradiciones. Lo más destacable es la cantidad de cinturones que llevan las mujeres. Es un símbolo de amor…cuantos más llevan, significa que más le quiere el marido. Algunos son de bambú, pero los más ricos, pueden ser incluso de plata o de oro.



Finalmente llegamos de nuevo a Harry’s Ghesthouse, hechos polvo. Al día siguiente cogimos un autobús en el que íbamos unas 80 personas ( en bus de 40 plazas) hasta Tachilek (el pueblo fronterizo con Birmania). Check points, frontera y…milagrosamente los policías bananeros tenían nuestro pasaporte original. Se quedaron con el papelujo/pasaporte expedido 3 días atrás y ni rastro del paso por Birmania… nos quedamos pero, con una de las mil fotocopias.

Birmania, que país más increíble y que impotentes nos sentimos de no poder hacer casi nada por ayudar a esa gente oprimida por esta junta militar dictadora y antidemocrática.

----más imágenes en view my gallery

2 comentarios:

EL PELUDO dijo...

grandes grandes Y ke GRANDES!
ahi os quiero ver!
mas fotos y mas textos!
que ganas de ir a myanmar…

Anónimo dijo...

SIEMPRE SE PUEDE ACUDIRA A JOHN RAMBO!
MYANMAR LIBRE…
U ESE A!
U ESE A!
U ese A!

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